En pleno tsunami financiero, cuando ya se sabía que las cajas de ahorro gallegas estaban quebradas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo (PP) se empeñó en tener una gran caja gallega por razones estrictamente políticas y partidistas.  La caja resultante acabó nacionalizada, recibirá 5.425 millones de euros de Bruselas y a cambio deberá cumplir durísimas condiciones. La peor, despedir al 43% de la plantilla

En noviembre de 2010, cuando más arreciaba la tormenta financiera y pese a la fuerte oposición del Banco de España, Feijóo forzó la fusión de Caixa Galicia y Caixanova por razones puramente políticas y para seguir caciqueando en las cajas gallegas. No se tuvo en cuenta ningún criterio económico o financiero, solo la voluntad de Feijoó de controlar las cajas. Se ha quedado sin ese control, porque tras la desastrosa operación no podrá mandar nada. Nadie le ha pedido explicaciones.

Un ‘banquito’ con la mitad de personal
El resultado fue que el estado tuvo que nacionalizar Novagalicia al estar quebrada, que ha tenido que acogerse al rescate de Bruselas y que ahora tendrá que despedir a 2.500 trabajadores, reducir su tamaño en un 60% y será menor que la más pequeña de las dos cajas que dio lugar a su creación (Caixanova). Además, antes de 2015, tendrá que vender la marca EVO, que tiene 120 oficinas.

Los sindicatos temen que el brutal adelgazamiento de la caja solo sirva para ponerla en venta, una vez “saneada”.

Como al resto de entidades nacionalizadas que ya tienen el rescate de Bruselas, se les prohíbe volver a operar en el mercado inmobiliario y trabajar fuera de su ámbito territorial. Además le impondrá un supervisor que vigilará que cumple con Bruselas.

Las preferentes
Novagalicia se ha hecho tristemente famosa porque fue una de las cajas que más entrampó a clientes con las participaciones preferentes. En Galicia nació la movilización contra este producto fraudulento que ha dejado a miles de personas humildes sin sus ahorros.

Al igual que Bankia, canjeará las preferentes por acciones de la entidad, pero los titulares perderán mucho dinero, aunque aún no ha concretado la quita que les aplicará.