Evacuación de la cárcel Modelo
Carrillo explica que participó en la decisión de evacuar la cárcel Modelo, en la que había unos dos mil presos, "la mayoría militares que podían sublevarse", y que se encargaron de llevarla a efecto su suplente en la Junta de Defensa, José Cazorla, y el entonces director general de Seguridad, Segundo Serrano Poncela, quienes el 8 de noviembre le comunicaron la salida de los presos. Al día siguiente, Carrillo recuerda que el cónsul de Noruega -"que más tarde supimos que era un agente nazi estrechamente relacionado con la Quinta Columna", afirma-, le visitó para denunciar que los presos habían sido asesinados, como otros evacuados días antes. "Casi caigo en estado de coma. No podía comprender lo que había sucedido. Llamé a Cazorla, que no sabía nada; él se había retirado a dormir cuando salieron los autobuses", manifiesta Carrillo.
Mirada al futuro de España
Santiago Carrillo también realiza en sus miradas una mirada hacia el futuro, con un análisis de la crisis económica y el papel de los poderes financieros, así como los nacionalismos y los riesgos a los que, por estas tensiones, se enfrenta la sociedad actual. En ese contexto, recrimina que la crisis nos ha hecho regresar a la situación de hace más de un siglo, en las que no se reconoce la igualdad de derecho de los ciudadanos y se hace recaer la responsabilidad en los trabajadores. Tras esta reflexión, reclama un "movimiento popular" que termine sometiendo al poder financiero.
Un gran hombre de Estado
En la presentación del libro han participado su hijo Jorge, Miguel Herrero de Miñón -padre de la Constitución y consejero de Estado-, el exdirigente comunista Julián Ariza, el jurista Raúl Morodo y el director de la editorial Galaxia Gutenberg, Joan Tarrida. Todos ellos han definido a Carrillo, que próximamente dará nombre a una calle de Madrid, como "un gran hombre de Estado" que trabajó siempre en busca del interés general, recordando también el vital papel que desempeño durante la transición española.