Hay unanimidad en todos los foros de todo el país en una sola cosa: la situación es muy seria. Tanto que se deberían dejar a un lado determinados empeños ideológicos que llevan a políticos y tertulianos a decir disparates que no hacen más que llevar desazón a la opinión pública. En el último mes todo ha ido a peor y además los acontecimientos se suceden a velocidad de vértigo, lo que indica claramente que la situación está fuera de control.

Relato de acontecimientos
Conviene recordar que esta crisis es inédita en la historia. Es la primera crisis global, con el sistema financiero de todos los países interconectados. Se desencadena en Estados Unidos, cuando bajo el mandato de George W. Bush se lleva el “neoliberalismo” a niveles radicales que eliminan toda regla de supervisión y control de los mercados. El todo vale origina las hipotecas “subprime”, concedidas sin garantías a personas que no las iban a poder devolver. Esas hipotecas se venden en los mercados a bancos de todo el mundo, y cuando se descubre que no valen nada, que son “toxicas”, el sistema financiero norteamericano y Europeo están contaminados.

Europa falla
¿Por qué Estados Unidos reacciona antes y mejor?, en primer lugar porque Estados Unidos tiene una reserva federal y una única política económica y fiscal. La crisis impacta en una Europa sin unidad fiscal ni económica. Estados Unidos emite un único bono, en Europa cada uno de los 27 países emite sus propios bonos. Los países con problemas de dinero (Grecia y Portugal) o con burbuja inmobiliaria (Irlanda y España) se convierten en víctimas propiciatorias. Han quebrado bancos en estados Unidos y el gobierno federal ha tenido que dedicar cantidades astronómicas de dinero público a su rescate. La diferencia con España es que los norteamericanos tenían dinero para tapar el agujero y España no, lo ha tenido que pedir prestado.

Miopía nacional
Por tanto, ni la culpa de la crisis la tiene Zapatero ni la tiene Rajoy y es obvio que ningún gobernante quiere despeñar a su país hacia la bancarrota. Coincidiremos además en que son personas y, por tanto, no son infalibles ni dioses.

El empeño de analizar esta crisis desde perspectivas ideológicas lleva a políticos, periodistas y tertulianos a decir disparates o plantear conclusiones absurdas. El presidente Zapatero, con errores o sin ellos, repitió hasta la saciedad que esta era una crisis del euro, de ataque al euro. Por aquel entonces el PP y todo su apoyo mediático lo negaban y el problema era Zapatero. Ahora vemos como Mariano Rajoy, por escrito en una carta a las autoridades europeas, dice que esta es una crisis del euro y que lo que nos jugamos es la supervivencia de la moneda única. La pregunta es obvia ¿Ahora es una crisis del euro y hace seis meses no?, la respuesta es simple, siempre ha sido una crisis del euro y del modelo político europeo. Y la solución solo puede ser europea.

Si la prima de riesgo era Zapatero ahora tiene que ser Rajoy
La Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo una frase que ahora sabe que nunca debió pronunciar: La prima de riesgo en España es Zapatero. Si con Rajoy la prima de riesgo está casi 200 puntos más alta que con Zapatero y ha llegado a niveles record, la conclusión es obvia. Esa frase resume el tipo de debate político que nunca debió producirse en este país. El Partido Popular hubiera ganado las elecciones de igual manera sin llegar a decir disparates que solo sembraban dudas en torno a la credibilidad de la política española.

Erre que erre en el error
Primero, el Gobierno del PP insiste en que todo lo que ha pasado en España es culpa del PSOE y de Zapatero, por tanto toman medidas en la dirección contraria a lo que pide Bruselas: suben las pensiones, no suben el IVA, retrasan los Presupuestos, hacen unos Presupuestos que no cuadran, luego los enmiendan con un recortazo en Sanidad y en Educación mal planificado (el último lo acaba de corregir el propio Ministerio de Sanidad), presentan en Bruselas un Plan Nacional de Reformas que recibe un suspenso duro y público y, por último, nacionalizan Bankia en un proceso que inmediatamente lleva a la prima al nivel histórico superior a los 500 puntos básicos y fuerza el rescate financiero español. El Gobierno se niega a pronunciar la palabra rescate y dice que, reconocer que no tenemos dinero para rescatar nuestros bancos y tener que pedir auxilio, es una buena noticia.

Los mercados y Bruselas sentencian
Dejemos al margen opiniones de economistas y tertulianos, olvidémonos de lo que han dicho premios Nobel de Economía como Krugman o Stiglitz (que las recetas de Merkel para salir de la crisis nos hundirán más en el pozo, que el rescate a España no funcionará y que el euro corre serio peligro). Hagamos un relato puro y duro de hechos:

1)      El sábado el Gobierno de España solicita oficialmente el rescate financiero para la banca. La “ayuda financiera” o “línea de crédito” tendrá un importe máximo de 100.000 millones de euros. No se explican las condiciones porque se están negociando.

2)       Ese mismo sábado el ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoce que el crédito impactará en el déficit. Al día siguiente el Presidente del Gobierno, mariano Rajoy lo niega.

3)      Baile de declaraciones de responsables europeos si el rescate financiero solo supondrá condiciones para la banca o para toda España al tener impacto en el déficit.

4)      Cuatro días después del rescate, el miércoles, el centro europeo Euroestat desmiente al Gobierno y, en un comunicado oficial, dice que el “crédito” aumentará el déficit español. El Gobierno se ha comprometido a que sea del 3% en 2.013. Eso solo sería posible con unos recortes dramáticos para los ciudadanos.

5)      El primer día en el que operan los mercados, el pasado lunes, la prima de riesgo supera los 500 puntos básicos, sigue así toda la semana y el jueves 14 de junio marca otra fecha negra en la historia reciente de España. El interés del bono español a 10 años llega al 7%, cifra nunca alcanzada desde que estamos en el euro y cifra que supuso la intervención de Grecia.

6)      Moody´s, la agencia de valoración de deudas soberanas y por tanto de la solvencia de los países, rebaja la calificación de la deuda española a un escalón del bono basura.

Enfado Europeo
Las crisis económicas y financieras también tienen derivadas políticas. Mariano Rajoy no quería ninguna línea de rescate para España, como no la quiso Zapatero, porque sabía que eso estigmatiza al país que lo pide. Por eso Rajoy pocos días antes del rescate afirmó que “España no va a pedir ningún tipo de ayuda a ningún fondo europeo, tampoco para la banca”, por lo tanto algunas de las cosas ocurridas desde el sábado tienen lógica política aunque no económica. Las desgranamos:

1)      Dado que el Partido Popular afirmó que con el relevo político en el Gobierno la situación económica mejoraría, no pueden reconocer públicamente que ha empeorado.

2)      Dado que Rajoy no quería ningún rescate –como no lo quiere ningún presidente sea del partido que sea y del país que sea- él y su Gobierno tienen que decir que es una línea de crédito y que es una buena noticia.

3)      Los inversores, los gobiernos y la prensa internacional asisten con estupor a lo que se dice en España: Los que creen que es cierto que España ha conseguido un rescate en buenas condiciones se enfadan y Grecia, Irlanda y Portugal ya se han quejado a Bruselas y quieren renegociar su deuda.

4)      Esto provoca una seria irritación en la Unión Europea ( la información de El País hoy es muy ilustrativa al respecto), y el enfado de los países que nos prestarán el dinero puede provocar que endurezcan las condiciones del préstamo para contentar a sus opiniones públicas.

5)      Los que no se creen que a España le haya tocado el “euromillón” avisan que el rescate a la banca europea empeorará las cosas. La prima de riesgo, situarnos al nivel del bono basura y protagonizar los informativos de la CNN  les dan la razón.