La intención de Julio Ariza era solicitar a Mariano Rajoy ayuda para ampliar el negocio de su grupo de comunicación. Así queda reflejado en Dando Caña, libro en el que Enrique de Diego (uno de los fundadores de Intereconomía que fue despedido por Ariza el pasado 13 de diciembre), publicará en los próximos días en la editorial Rambla.

Algunos comensales
Además de Mariano Rajoy y Julio Ariza, otros periodistas del Grupo Intereconomía pudieron disfrutar del “pulpo da feira y los langostinos, todo en abundancia, regado el almuerzo con buen Alvariño”. Así, entre el “cerca de medio centenar” de comensales se encontraban el propio Enrique de Diego, Pilar Cernuda, José Cavero Eugenia Viñes, la actual directora del informativo de Intereconomía, Pilar García de la Granja, o el conductor de El Gato al Agua, Antonio Jiménez.

Mensaje entre percebes
En el libro, al que ha tenido acceso en exclusiva ELPLURAL.COM, de Diego explica que tras la “opípara mariscada, amén de los exquisitos percebes y los magníficos bogavantes”, llegó el momento de los puros, “que es cuando Mariano Rajoy se relaja y disfruta”. Pese a que ya estaba en vigor la ley que prohíbe fumar en espacios cerrados, el dirigente del PP fumaba un puro en este lujoso restaurante a la par que escuchaba el mensaje que Ariza le lanzó a viva voz.

Ariza: “Te pido que nos ayudes”
“Como puedes ver, Mariano, el Grupo Intereconomía ha crecido. También, gracias a ti, el Partido Popular se ha fortalecido y gobierna en autonomías y ayuntamientos. Te pido que nos ayudes porque necesitamos frecuencias de radios y televisiones y pronto van a salir a concursos”, dijo Ariza a Mariano Rajoy según relata el propio Enrique de Diego.

Rajoy: “Te voy a ayudar”
Entonces, “Mariano aspiró hondo, expulsó el humo del Cohibas” y lanzó el siguiente mensaje: “Por supuesto, Julio. Me alegro de lo que has conseguido con tu grupo. Y te voy a ayudar para que esos concursos lleguen a feliz término y podáis expandiros. A los dos nos conviene”.

“El mismo orden moral”
En opinión de Enrique de Diego, “tras la suculenta mariscada, entre las nubes de puros caros, Julio Ariza y Mariano Rajoy pertenecían a un mismo orden moral. Eran dos políticos profesionales en una misma trinchera, hablando un mismo lenguaje repleto de cinismo”. Y todo ello debido a que “el político profesional que nunca ha dejado de ser Ariza siempre ha incubado en su interior los gérmenes de su proceso progresivo de corrupción moral, de sumisión partidista al PP, que le lleva a hacer causa común y a defender a todos los corruptos de ese partido si tienen presupuesto para repartir”.