Algo debía de saber
La reunión mantenida este lunes por el presidente del Gobierno con la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, y los ministros de Hacienda y Economía, así como con el director de la Oficina Económica de Moncloa y los titulares de Sanidad y Educación fue casi un Gabinete de Crisis en el que, entre otras cosas, lo más tangible que se decidió fue aplicar un tijeretazo de 10.000 millones a la sanidad y la educación, confirmando lo que había anunciado días antes Luis de Guindos, quien hace días que sabía de la preparación de esta minicumbre ministerial, porque después es él quien debe vender las medidas en Bruselas.

Menos de una semana
De esta manera, el vaticinio del ministro de Economía a un diario alemán, que le obligó a conceder una entrevista televisiva en Marbella durante la Semana Santa para intentar bajar el tono de la polémica, ha tardado menos de una semana en ser confirmado desde el Palacio de La Moncloa. Ayer mismo, el propio De Guindos daba un paso más y hablaba de posible copago sanitario para las rentas más altas (puso como ejemplo a quienes ganan 150.000 euros brutos al año). Fuentes próximas al Ejecutivo aseguran a ELPLURAL.COM que esto tardará más en confirmarse pero que es algo también previsto por el Gobierno, que incluso lo ha apalabrado con el Gobierno catalán de CiU, comunidad autónoma en la que está previsto que el copago de recetas en función de la renta entre en vigor el próximo 1 de junio.

Medidas presentadas por el PSOE
Mientras tanto, el departamento de Sanidad, con la ministra Ana Mato a la cabeza, ha salido en tromba a defender la “sanidad gratuita y universal” y a anunciar medidas de ajuste que, según sus altos cargos, tienen más que ver con un ajuste de costes derivado de la “racionalización y de evitar duplicidades”. Pero es que eso no es nuevo ni mucho menos. El pasado febrero, la exministra socialista Trinidad Jiménez presentaba en el Congreso de los Diputados una batería de propuestas que iban en ese camino y que proporcionaban un ahorro de 4.000 millones de euros. Se basaban en un mayor ingreso de mil millones de euros por impuestos de alcohol y tabaco a los que se sumaban otros 700 millones de ahorro por un mejor control de cobros del Sistema Nacional de Salud a los seguros privados y, por último, unos 2.500 millones más de ajuste mediante la puesta en marcha de verdad de un procedimiento de compra único de medicinas y suministros sanitarios y hospitalarios.

Ahora sí y antes no
Se da la circunstancia de que este ahorro con la central de compras única para todo el Sistema Nacional de Salud es algo que ya intentó poner en marcha el Gobierno socialista en 2010, con escaso éxito debido a la negativa de comunidades autónomas como Galicia o Madrid (ambas del PP) que sí lo aplicaban dentro de sus propios territorios. El Ministerio de Ana Mato no tendrá ahora ese problema, porque los consejeros de Sanidad de las comunidades que gobierna el PP van a acudir sin rechistar a la firma del acuerdo. Trinidad Jiménez sólo consiguió que el sistema se implantara para la compra de vacunas antigripales, pero sabe lo que se puede ahorrar si se hace bien. Por ello presentó la propuesta en el Congreso.

El Gobierno no niega el copago
Al tiempo que el Ejecutivo de Mariano Rajoy quiere profundizar algo más en esa coordinación autonómica, ahora que su partido gobierna en casi todas, y elevar incluso la cifra calculada por Trinidad Jiménez en febrero, desde Moncloa nadie ha negado la posibilidad de un copago farmacéutico para las rentas altas. Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP, cargo que ha heredado de la propia Ana Mato, se desmarcaba ayer de las declaraciones de De Guindos a la Cadena SER y se reafirmaba en las afirmaciones de la ministra en ABC sobre la “sanidad gratuita y universal”. Pero el comunicado de La Moncloa hecho público por la tarde se limitaba a decir que en el contexto de la aprobación de nuevos ajustes, “el presidente del Gobierno se ha reunido también con la ministra de Sanidad y el ministro de Educación. El ahorro previsto superará los 10.000 millones de euros”. Se da la cifra pero no se dice cómo.

De Guindos, “poli malo”
 La experiencia demuestra que los anuncios del ministro de Economía se cumplen y las fuentes consultadas por este diario así lo confirman: “Cuando ha dejado caer lo del copago para las rentas altas pocas semanas después de haberse fotografiado en Barcelona con Artur Mas no es una coincidencia”, señalan. El aparato del partido (PP) mantiene una equidistancia calculada con el Ejecutivo para que sea Rajoy quien después salga a la palestra, cuando él y su ideólogo de cabecera, Pedro Arriola, decidan que es bueno decir que el Gobierno debe gobernar por encima de los intereses del partido. De momento el PP dice que no habrá copago y el Ejecutivo no niega ni lo uno ni lo otro.