Le recordaron a Rajoy que el déficit español tendría que ser de un 5,3% y así se acabó la fiesta. Total que la pícara idea de don Mariano nos ha supuesto a los ciudadanos españoles un ajuste adicional de 5.000 millones de euros y un tirón de orejas. ¿Se imaginan la que hubiera montado la prensa adicta a Génova 13 si esa “ocurrencia” la hubieran  puesto en marcha Zapatero y/o  Pérez Rubalcaba? Les habrían llamado de todo menos bonitos, naturalmente.

Algunos bufones
En la corte de don Mariano hay algunos bufones. Uno de ellos es el ministro de Educación, el inefable Wert, que va de embuste en embuste hasta el embuste final. Prometió que su Gobierno no recortaría las becas y no ha sido así. Se inventó un presunto texto de la asignatura Educación para la Ciudadanía, con el objetivo de justificar su drástica desaparición, porque “adoctrinaba” a los estudiantes. Pero  ese texto manipulado era más falso que un duro sevillano. Lo del primero de la clase y el Friki es de aurora boreal.  ¿De dónde saca don Mariano a sus ministros?

El listo y el machaca
En economía andan metidos  Luis de Guindos, que es, dicen, el listo y el machaca, que es Cristóbal Montoro. A veces da la impresión de que cada uno hace la guerra por su cuenta. A este gallinero sólo le faltaba el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, bailando la  yenka: izquierda, izquierda; derecha, derecha; adelante, atrás y un dos tres. El cinéfilo fiscal general parece que confunde en demasía sus películas favoritas  con la realidad. Menudo jurista el tal Torre Dulce. Y el ministro de Justicia, Alberto  Ruiz Gallardón, su padrino al parecer,  juega a centrista y no lo es. La corte de don Mariano, al paso que vamos, pasará a la historia como la casa de tócame Roque.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM