"La Fiscalía decía que yo estaba haciendo un fraude de ley y que era una maniobra mía para beneficiar a mi cliente en el caso Gürtel", afirmó ayer Peláez en el plató de Intereconomía. Según él, su única intención era demostrar que "se habían vulnerado mis derechos como abogado", pero ahora que Garzón ha sido sentenciado, pedirá igualmente la nulidad del procedimiento contra la trama corrupta. Se confirma así que Gürtel va camino de ser una reedición del caso Naseiro, que investigó la financiación ilegal del PP hace 20 años, pero que se quedó en nada por un defecto de forma en unas escuchas policiales.

La obligación
"Dije en el juicio que yo no buscaba la nulidad. Ahora, si se produce, yo tengo la obligación, no el derecho, de pedir la nulidad", respondió Peláez a Carlos Dávila, director de La Gaceta, que se mostró muy interesado por saber si ahora el caso Gürtel podría venirse abajo.

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La culpa es de Garzón
"Si todo lo que ha hecho la Policía se queda en nada no será culpa de los abogados, sino del que ha causado esta nulidad, que es el señor Garzón", afirmó el abogado de Ulibarri. "Que a mí no se me eche la culpa, yo no soy un ingenuo", añadió.

Escalofríos
Las palabras de Peláez han tenido hoy su reacción en la persona de Luis García Montero, portavoz de la plataforma Solidarios con Garzón, quien ha asegurado sentir "escalofríos al oír al abogado que imputaba a Garzón que esto echaba por tierra toda la investigación de la Gürtel".

La cosa nostra
García Montero, que ha acudido al programa Al Rojo Vivo, ha rememorado el inicio de la investigación de la trama corrupta que afecta al PP: "Recuerdo al señor Trillo, recuerdo a la señora Esperanza Aguirre, arremetiendo contra la policía, diciendo que eran pagados por poderes extraños y diciendo ya llegarán a los jueces porque los jueces son cosa nuestra. Pues eso es, han llegado ya los jueces, los jueces son cosa nostra”.