Las cosas eran muy diferentes hace unos años. Bastaba con comprar una entrada para el cine o pagar un par de euros en el videoclub para disfrutar de una película sin que la información de nuestra tarjeta bancaria o nuestros datos personales quedarán en riesgo. Ahora, en cambio, la experiencia es muy diferente. Las plataformas de streaming nos ponen las cosas muy fáciles para ver el cine desde casa, pero también presentan nuevos riesgos digitales.

Lo primero: proteger la contraseña

El robo de cuentas de plataformas de streaming como Netflix está a la orden del día. Este tipo de cuentas robadas pueden ser muy lucrativas para los hackers, porque pueden venderlas a otros usuarios o, peor aún, explotar los datos bancarios de las tarjetas asociadas a ellas. Por eso, el primer paso para proteger nuestras cuentas de streaming consiste en establecer contraseñas robustas que sean muy difíciles de vulnerar con un ataque de diccionario.

La filtración de contraseñas durante los procesos de identificación online también es un problema ante el que debemos protegernos con herramientas como una VPN. Muchos usuarios de Netflix o Amazon Prime todavía no saben qué significa VPN, pero estas herramientas están cada vez más extendidas en nuestro país para cifrar la conexión a internet de los usuarios y proteger su privacidad ocultando su dirección IP.

El uso de tarjetas bancarias prepagas

Otro recurso esencial para mantener nuestros datos bancarios a salvo pasa por utilizar tarjetas bancarias prepagas en nuestras suscripciones online. Este tipo de tarjetas se pueden recargar con un importe muy reducido, por ejemplo, apenas 20 o 30 al mes para abarcar un par de suscripciones a plataformas digitales. En caso de que los hackers roben la información de la tarjeta, no podrán hacerse con más dinero que el que hayamos cargado.

Un problema frecuente a la hora de usar tarjetas prepagas para este tipo de suscripciones es que las plataformas de streaming no las admiten como método de pago. Además, muchas entidades bancarias españolas las han retirado de su oferta de servicios. Sin embargo, siempre podemos conseguir una tarjeta de débito gratuita en cualquier neobanco y recargar con el importe que consideremos necesario.

La activación de los sistemas 2FA

La mayoría de entidades bancarias en nuestro país han habilitado ya diferentes sistemas de verificación en dos pasos para proteger las transacciones online e incluso los pagos físicos con tarjeta. Es muy importante que activemos siempre estos sistemas de verificación para asegurarnos de que un hacker no pueda robar el dinero de nuestra cuenta simplemente copiando los dígitos de nuestra tarjeta de débito.

Dentro de la variedad de sistemas 2FA que tenemos a nuestra disposición, algunos son más seguros que otros. El menos fiable es, por desgracia, el más utilizado por los bancos: los mensajes SMS. Son muchas las aplicaciones de tu móvil que pueden leer estos mensajes, así que nunca deberías usarlos como método de autentificación. Los sistemas de verificación biométrica o las apps de autentificación de Microsoft o Google son una mejor opción.

Mayor higiene digital equivale a más seguridad

Otro problema al que nos enfrentamos a la hora de gestionar nuestras cuentas de streaming es el exceso de oferta. Quince años atrás, Netflix parecía la solución perfecta a los elevados precios de la televisión por cable y los videoclubs, pero ahora parece que sea necesario contar con cinco o seis suscripciones diferentes para tener acceso a la mejor oferta de series, películas y documentales.

El resultado es que cada vez más plataformas de streaming tienen acceso a nuestros datos bancarios, con lo que se encuentran mucho más expuestos a posibles hackeos. Las empresas de ciberseguridad nos recomiendan mantener una buena higiene digital, reduciendo el número de cuentas que empleamos en la red para minimizar las posibilidades de sufrir un ciberataque. ¡Elimina las cuentas de streaming que apenas usas, y, de paso, te ahorrarás algo de dinero!

Los peligros de las filtraciones de datos

Incluso si adoptamos todas las medidas de seguridad digital a nuestro alcance, las propias plataformas de streaming pueden verse afectadas por todo tipo de hackeos. Sin ir más lejos, la propia Netflix ha sufrido un ataque reciente que dejó expuestos los primeros episodios de Ranma 1/2, así como Mononoke the Movie. Nuestras contraseñas y nuestros datos bancarios nunca están completamente a salvo en estas plataformas.

Contar con aplicaciones antimalware y gestores de contraseña puede ayudarnos a recibir alertas en caso de que alguna de nuestras cuentas se haya visto afectada por una filtración de este tipo. Si nuestros datos pasan a estar a disposición de cualquiera en la dark web, debemos adoptar enseguida las medidas necesarias para cancelar las tarjetas afectadas o cambiar las contraseñas que hayan estado expuestas.

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