A punto de cumplirse cinco años de la pandemia, los familiares de las 7.291 personas que fallecieron en las residencias madrileñas todavía no han obtenido respuestas y, ni siquiera, un perdón. Este martes, 4 de febrero, El Intermedio entrevistaba a algunos de ellos, que, a través de sobrecogedores testimonios, narraban cómo fue el final de sus padres, a los que se negó el derecho a la sanidad, a ser trasladados a un hospital donde poder luchar por su vida. Isabel Gallardo, hija de una víctima fallecida en una residencia de Carabanchel, le lanzaba la pregunta definitiva a Isabel Díaz Ayuso.
Isabel Gallardo y Manuel Navarro forman parte de las 110 personas que han presentado una demanda colectiva por la muerte de 115 residentes, a causa de los conocidos como los protocolos de la vergüenza durante la crisis del COVID. Ambos se sentaron ante Andrea Ropero, periodista de El Intermedio, con la que expresaron el dolor que aún guardan después de que no se hayan depurado responsabilidades. La madre de Gallardo falleció en la Gran Residencia de Carabanchel: "Fue el día 8 de marzo por la mañana, ya por la tarde no nos dejaron entrar y no la volví a ver más".
La mujer sí que pudo ver a su madre el día de antes, pero, al enfermar, no pudo despedirse de ella. Tampoco logró que la trasladaran a un hospital: "Si la mandamos al Gómez-Ulla nos la van a devolver y van a hacer lo mismo que hacemos nosotros aquí, nada", cuenta que le respondieron al pedir explicaciones. La que sí que pudo decir adiós a su madre fue su propia hija, que se encontraba trabajando como auxiliar en la residencia de Carabanchel, por lo que pudo ser sus "ojos": "Preguntó por ella y fue a enfermería. La vio muy malita. El día 8, antes de fallecer, la llamaron sus compañeras para que la vieran, se puso el EPI para poder entrar y estar con mi madre en esos momentos. Pero es la suerte que yo he tenido", relata.
Isabel recordó la angustia que le invadió en aquel momento: "Para mí, fue muy duro porque pensaba que la había abandonado". Desde entonces, Gallardo, y muchas otras familias, llevan "cinco años luchando sin descanso", motivo por el que presentador la denuncia colectiva ante la Justicia. "No sé si mi madre se hubiera salvado porque igual que fue gente al hospital con 100 años y se salvó, otros con 40 no", aseguró. Además, la mujer quiso responder a la presidenta madrileña, que, en su momento, declaró que los ancianos "iban a morir igual": "Yo le pediría que se pusiese en la piel de que fuesen sus padres y que alguien le dijese lo mismo, que iban a morir igual, a ver qué hacía".
Por otro lado, Manuel Navarro. Su madre, Luis, de 83 años, falleció en la residencia de mayores de Parla. Él mismo le reconocía a Ropero que si madre "estaba muy bien dentro de la edad que tenía": "Era independiente, se vestía sola, salía cuando quería, iba a casa y volvía. Era puro nervio, totalmente autónoma".
Navarro reconoce que recuerda "casi todo por desgracia", "todo malo". Entonces, relató que no les dieron ningún tipo de información en la residencia: "No nos dicen nada, mi madre se puso mala un sábado y el lunes me llaman diciendo que está muy bien. Por la noche, me llaman y me dicen que se estaba muriendo, me quedé en shock". Su hijo pidió que la derivaran al hospital, pero le "dijeron que no podían": "No me dijeron claramente que se lo habían prohibido, pero me lo dejaron entrever".
"Cuando tuve conocimiento de los protocolos de la vergüenza, hablaban de grado 3 y ella entraba y salía. Cortaron por lo sano, dijeron: 'en residencia no se traslada a nadie'. Salvo que tuvieras sanidad privada, que te mandaban la ambulancia", contaba el familiar. Además, denunciaba que "ni Ayuso ni su partido han pedido perdón": "Lo que más duele es el no reconocer lo que han hecho, la mala gestión y el negar la sanidad a nuestros mayores. (...) No puedo entender que hayan pasado cinco años y sigan impunes, que no pase absolutamente nada".