Pese a que supone un proceso arduo y extenso en el tiempo, los estudios científicos dan frutos prometedores. Es el caso del que se llevó a cabo en 2020 por un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford y que ahora se ha publicado en la revista Nature por el cual se aduce a un efecto prometedor de la vacuna contra el herpes zóster que reduce hasta en un 20% la probabilidad de sufrir demencia.

La iniciativa empezó hace más de una década atrás de la mano de una decisión política en Gales (Reino Unido), cuando las autoridades percibieron que la escasez de vacunas contra esta enfermedad hizo que se limitase su uso en personas menores de 80 años, lo que declinó en la elaboración de una base de datos de pacientes vacunados y no vacunados para extraer unas conclusiones que, con el paso de los años, han resultado esclarecedoras.

En el análisis científico llevado a cabo, en la que se tomó muestra de más de 280.000 personas mayores, se comparó a aquellos que recibieron la inyección de los que no, comprobando así que uno de cada ocho que comprendían edades de entre 86 y 87 años desarrollaron signos de demencia; sin embargo, la prevalencia de quienes recibieron la vacuna contra el herpes zóster descendió en un 20%.

El autor de esta investigación científica y firmante del artículo mencionado, el médico Pascal Geldsetzer, lo calificó como “un hallazgo realmente sorprendente”. Las muestras tomadas se realizaron, siguiendo los patrones de los pacientes, con un enfoque distinto al empleado en otros estudios previos: “Lo que hace que sea tan potente es que, esencialmente, es como un ensayo aleatorio con un grupo de control (los que son demasiado mayores para ser elegibles) y un grupo de intervención (los que son los suficientemente jóvenes)”.

De la misma manera, el estudio apunta que los efectos protectores de la vacuna son “sustancialmente mayores” a otros fármacos que se emplean para la demencia. Con el uso del lecanemab, se ha logrado reducir este deterioro mental en un 27% de pacientes que sufren alzhéimer.

Pese a que esta investigación de Gales ya supone un modelo a seguir para seguir estudiando el efecto de las vacunas y, al tiempo, detenerse en profundidad sobre las causas de la demencia, cabe reiterar que, en el caso de España, la vacuna contra el herpes zóster comenzó a inyectarse en la población mayor de 80 años en 2022.

¿Qué relación guarda el herpes zóster con la demencia?

Aunque a simple vista pueda parecer que ambas afecciones para la salud no guardan conexión alguna, sí que es imprescindible conocerla. Por un lado, la demencia es un problema mental que afecta a más de 55 millones de personas mundialmente, en especial ancianos, y que anualmente se detectan diez millones de casos nuevos. Debido a que aún existen claroscuros en su comportamiento, los investigadores ahondan en sendas y distintas vías para seguir explorando, y es en este punto donde entra el papel del herpes zóster.

Esta infección vírica produce una visible erupción cutánea y que procede del mismo virus que provoca la varicela. Este virus puede reactivarse en las células nerviosas y causar estos herpes en zonas como el rostro cuando las personas están inmunodeprimidas o alcanzan una edad concreta.

Según el médico Geldsetzer, cada vez hay más estudios científicos que prueban que los virus que atacan al sistema nervioso “y que hibernan en el durante gran parte de la vida pueden estar implicados en el desarrollo de la demencia”. En este punto, el experto también realza el papel de las vacunas, ya que no únicamente actúan introduciendo anticuerpos en el paciente sino que, a su vez, “pueden tener efectos sobre el sistema inmunitario más amplios”.

Otro de los elementos a destacar que se desgranan de este estudio es la diferenciación entre géneros. Las mujeres tendrían una mayor barrera de protección en su respuesta inmunitaria a la demencia; una teoría que es visiblemente comprobada en los resultados, ya que las mujeres crean mayor inmunidad que los hombres contra la gripe y otras enfermedades respiratorias tras ser vacunadas. Sin embargo, según recoge la Fundación Alzheimer España, la prevalencia de sufrir demencia en mujeres es mayor (11,1%) que en hombres (7,5%); también se da esta diferenciación en más casos de herpes zóster en mujeres.

Aunque este resultado en su conjunto es sólido, las investigaciones siguen su curso, debido a que se desconoce si la vacuna protege a los pacientes contra la demencia estimulando el sistema inmunológico en general o si una nueva versión de la misma podría tener un impacto mayor del testado. Por ello, el médico Geldsetzer apunta a realizar un ensayo clínico mayor para verificar esta prueba de causa y efecto.

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