Cada vez queda menos para tener una vacuna española contra el coronavirus. De hecho, de las tres vacunas que se están desarrollando actualmente, la del equipo de Mariano EstebanJuan García Arriaza, del grupo CSIC – Biofabri, está pendiente de recibir la aprobación de la Agencia Española del Medicamento para empezar a comenzar los ensayos en voluntarios en los hospitales españoles y se prevé que esté operativa a finales de este año.

La vacuna, que ha mostrado una eficacia del 100% en los ensayos que se viene realizando en ratones, está previsto que se apruebe a finales del mes de julio, tal y como adelantó Rosa Menéndez, presidenta del CSIC.

Las fases de una vacuna

A partir de ese momento, si los ensayos continúan sin problemas, se pasará a la siguiente fase. Un proceso que, a su vez, puede tener hasta cuatro fases:

Fase I: se comprueba si el fármaco es seguro.

Fase II: si funciona, se realiza una búsqueda de la dosis más adecuada y del intervalo entre dosis para que funcionen y sean seguras.

Fase III: se comprueban los aspectos de seguridad y eficacia del fármaco de múltiples maneras.

Fase IV: estudios de seguimiento. En este momento se examinan los efectos a largo plazo una vez el medicamento se ha comercializado. 

Por otra parte, hay que recordar que España se encuentra ya en negociaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para explorar la posibilidad de que una parte de las vacunas del CSIC se destinen a América Latina o África, donde la vacunación va a un ritmo mucho más lento que en el resto del planeta.

Un método diferente al de Pfizer

La vacuna del equipo de Mariano Esteban usa un método diferente al de Pfizer y Moderna, que usan la tecnología de ARN mensajero. La española trata de generar vectores virales basados en una modificación del virus usado en la erradicación de la viruela. La ventaja es que al no usar el virus SARS-CoV-2 completo, pueden trabajar en condiciones de menor nivel de seguridad biológica. La consecuencia es que requiere menos complejidad experimental a la hora de desarrollar la vacuna.

La otra vacuna, de Enjuanes y Sola

Los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola, que trabajan en otra vacuna, desarrollan un virión sintético al que se le han eliminado sus genes de virulencia mediante ingeniería genética. Se trata de una copia sintética casi completa del SARS-CoV-2. Tiene características del virus, pero no es transmisible de célula a célula. De modo que entra en las células, pero no sale de ellas. Este virión sintético tiene las mismas proteínas que el virus real, por lo que genera una respuesta inmunitaria potente.

Esta vacuna aún está en fase de prueba en ratones y la previsión que manejan es que entre en fases clínicas a finales de este año para que esté lista en el primer trimestre del año que viene, en 2022.

Se baraja la administración mediante un espray intranasal. Esta opción da mayor protección en las vías respiratorias, la principal puerta de entrada del coronavirus.

La vacuna de Vicente Larraga 

El tercer proyecrto que busca una vacuna contra el coronavirus en nuestro país es el que lleva adelante Vicente Larraga a partir de la colocación de un gen de un antígeno del SARS-CoV-2 en un vehículo sintético de ADN (un plásmido) que pueda ser introducido en el organismo del paciente e inducir la protección frente a la infección.

Larraga advierte de que este virus aún no se ha terminado, "ni muchísimo menos" y de que aunque las primeras vacunas aprobadas han ayudado "a solventar un problema muy importante", sigue siendo necesario desarrollar más vacunas mejores que las actuales.