El último estudio realizado por dos forenses italianos atestigua que, al menos, la mitad de las manchas de sangre de la Sábana Santa son falsas. No hay ningún indicio que confirme que esa sea la tela con la que se envolvió el cuerpo de Cristo.

Matteo Borrini, de la Liverpool John Moores University, y Luigi Garlaschelli, del Comité para el Control de las Afirmaciones sobre las Pseudociencias (CICAP) han publicado el estudio en el Journal of Forensic Sciencies y ambos aseguran que “el Santo Sudario no es auténtico”.

Los dos forenses han explicado que “hay muchas contradicciones que indican que no es verdadero y de que se trata de una representación artística o didáctica de la pasión realizada hacia el siglo XIV”.

El mismo Garlaschelli se sometió a un experimento usando sangre artificial y real. Con un método similar al que usan en casos de criminología, determinaron que muchas de las manchas no eran compatibles con la posición de una persona crucificada. “Parecen creadas de forma artificial, con un dedo o un pincel”, concluyeron.

La Sábana Santa, guardada en Turín, tiene unas dimensiones de 436 centímetros de largo por 110 de ancho. En ella se aprecia la figura de un hombre de mediana edad que tradicionalmente se ha relacionado con Jesucristo. La Iglesia católica nunca se ha pronunciado sobre su aceptación o rechazo, considerando que se trata de una manifestación de devoción popular.

En 1988, tres laboratorios de Estados Unidos, Suiza e Inglaterra establecieron que el lino fue fabricado en la Edad Media, entre 1620 y 1390.