La idea surgió hace más de diez años, pero su principal potentado ahora va más en serio que nunca. A la tercera va la vencida, se suele decir, y eso es lo que pensará el australiano Clive Palmer. Este multimillonario australiano quiere hacer realidad su sueño e incluso, en un alarde de optimismo puro, ya le ha puesto fecha. Quiere construir una réplica del Titanic para iniciar su negocio de cruceros. Un proyecto para el que ha apostado por el naval europeo y que cuyo precio se mueve en una horquilla de entre 500 y 1.000 millones de euros. En su hoja de ruta particular figura 2027 como año para que este nuevo Titanic surque los mares, aunque para ello se deberá firmar el contrato a finales de este año como muy tarde.

El histórico trasatlántico que se hundió el 15 de abril de 1912 es y ha sido una obsesión para infinidad de multimillonarios, pero no sólo por buscar o visitar sus restos, sino por reconstruirlo. O al menos una réplica a raíz de las imágenes que aún se conservan. Una fiebre que surgió a raíz de la oscarizada película homónima de James Cameron (1992), protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. De hecho, hay quien intentó construirlo en su momento en el astillero Harland and Wolff.

Las tentativas por reconstruir el TItanic han sido varias, pero ninguna de las réplicas que han salido adelante hasta la fecha no navegan y sirven tan sólo para engordar colecciones de museos. No obstante, Clive Palmer quiere devolverlo a la mar. A sus 70 años y en su tercer intento, quiere ofrecer “lo último en estilo y lujo” con un navío “muy superior al original”, habida cuenta de la amplísima diferencia en el apartado tecnológico entre el original y esta réplica; más de 100 años de avances los separan.

El multimillonario australiano lanzó hace más de una década Blue Star Line, que comparte casi al completo el nombre con la naviera que construyó el Titanic y otros trasatlánticos de ese calibre, para llevar a cabo su sueño. Rozó la gloria con la yema de los dedos con un astillero chino. A muy buen precio, todo sea dicho. No obstante, el proyecto se topó con una realidad que nadie esperaba y cogió polvo en un cajón mientras el coronavirus paralizaba la frenética actividad mundial. No ha sido hasta ahora cuando ha vuelto a sus andadas y esta vez en serio.

Palmer convocó una rueda de prensa en su país natal, Australia, donde aseguró que apostarán en firme por “los mejores constructores, diseñadores e ingenieros del mundo” para acometer la machada. Entre ellos figuran la oficina de ingeniería finesa de Deltamarin, la británica V. Ships Leisure o la sueca Tillberg Design. Esta última con renombre en España, al haber participado en el malogrado crucero Evrima en Vigo, encargado por The Ritz-Carlton a Hijos de J. Barreras. De hecho, su intención es construir este Titanic 2.0 en el Viejo Continente.

El buque guardará un estrecho parecido con el original, contando con 270 metros de eslora. A diferencia de su inspiración, el Titanic II contará con 56.000 GT (arqueo bruto), 12.000 más que el que se hundió en 1912. Asimismo, tendrá nueve cubiertas y capacidad para albergar a unos 2.435 pasajeros, repartidos entre 383 camarotes de primera clase, 201 de segunda y 251 de tercera. Palmer explicó que el Titanic II “es algo que necesitaba ser construido”. “Es mucho más divertido construir el Titanic que sentarse en casa y contar mi dinero”, adujo en la rueda de prensa.

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