“Es gay”. Este es el texto que un joven estudiante de Bachillerato se encontró pintado en su silla de clase, unas palabras acompañadas de una flecha que señalaba a la persona que se sentara en dicha silla pero que, lejos de ser asumido como un ataque de sus compañeros de estudios, ha sido recibido por el afectado como un orgullo.

Y es que Matt ha convertido este ataque homófobo en toda una campaña en defensa de los derechos LGTBI. No ha dudado en difundir en Twitter una fotografía en la que se le puede ver sentado en la silla donde escribieron “es gay”, posando, y diciendo: "Han pintado esto en una silla de mi clase intentando ofender y sólo han conseguido que haya proclamado que esa silla es ahora de mi propiedad (ahora soy más rico en patrimonio)".

Matt guardará la silla en cuestión como un recuerdo y como parte de su vida pero, al mismo tiempo, su gesto se ha convertido en un nueva lucha por conseguir la igualdad.

Su mensaje ha tenido respuesta, y no una, sino decenas de mensajes de apoyo en redes sociales. Además, su mensaje cuanta ya con más de 12.000 “retuits” y 31.400 “me gusta”.