Rubén Pozo vuelve con un nuevo disco en solitario que verá la luz esta primavera. Cinco años después de su último albúm en solitario y dos del que hizo junto a Lichis, el artista acaba de iniciar el camino a su nueva obra con su nuevo single, Mañana es lunes.
Con la compañía de una guitarra y respetando la manera en la que se compuso, Pozo habla de la melancolía de los domingos.
PREGUNTA: Mañana es lunes es el anticipo de tu nuevo disco. ¿Por qué esta sensación de domingo por la tarde en la canción?
RESPUESTA: De ahí el título. Para mí la canción es una cápsula de melancolía suave, muy de domingo, por la mañana o por la tarde, pero de la que se puede echar mano a cualquier hora, cualquier día de la semana.
P: Dices que de esta canción te dieron unos versos y un día tocando unas notas te salió una melodía y lo encajaste con esto. ¿Cómo fue ese proceso?
R: Pues tal y como has dicho, empecé a tocar una melodía, abrí varios cuadernos que tengo ahí en la mesa y uno justo coincidió que eran unos versos que me había mandado Isma Romero, pero ya no me acordaba que esos eran sus versos, porque abrí por cualquier lado y salió eso.
Y todo salió así como muy rodado, muy solo. Me encantó la canción, iba por la casa tocándola, hice una maqueta muy acústica y luego me gustaba tanto y tenía tanto encanto que cuando grabé el disco con José Nortes respetamos mucho la maqueta para que fuera como esa canción chiquitita. No es para bailar un sábado noche, pero no toda la vida es un sábado noche.
P: Hay más días de la semana.
R: Hay veces que me pongo música triste porque me hace bien, porque me pone feliz.
P: Hablábamos del disco que verá la luz esta primavera, ¿cómo va a ser?
R: Es un disco mayormente acústico, o más bien grabado con instrumentos que no necesitan electricidad. Hay un ochenta por ciento así y un veinte por ciento que me colgué la guitarra eléctrica y le di caña porque ese par de canciones lo requerían.
En general es un disco un poco tristón y de sonido muy natural y muy acústico.
P: No sé si tienes ganas después de la pandemia de tocar, de reencontrarte con el público ya sin tantas restricciones.
R: Sí me apetece tocar. Bueno, yo al acabar el confinamiento ya me puse a tocar solo a guitarra y la verdad que viví unos conciertos maravillosos con la gente sentada porque tenían muchas ganas de ver música en directo, de vivir la emoción de la música en vivo. La verdad es que eso es lo que ha marcado el disco.
Paré en las navidades pasadas y ahora ya vuelvo al ruedo otra vez. No le tengo ningún gato a los conciertos sentado. Es que, si vas solo con una guitarra o si haces algo como acústico, prefiero que el público esté sentado, la verdad. Con una banda ya sí apetece estar de pie, pero no me molesta que la gente se siente, yo cuando voy a un concierto me gusta verlo así porque voy a escuchar.
P: ¿No eres de pista?
R: Yo es que soy un poco seta. Me gusta estar sentado y que no me tape nadie delante porque soy bajito. Pero vaya, libertad y que cada uno haga lo que quiera. Veo que dicen 'por fin de pie', y digo 'esta juventud'... Ya me sale la expresión.
P: Sentado es más íntimo entre artista y público, al fin y al cabo.
R: Sí, porque en un concierto acústico yo estoy de pie siempre, pero con la guitarra. No quiero a la gente que está delante que esté de pie porque se cansa. No es un show para bailar. Aunque bueno, daré conciertos con banda más eléctricos y que la gente haga lo que quiera.
P: Coincide que más o menos se cumplen treinta años desde que desde que empezaste la música. ¿Qué balance haces de estas tres décadas?
R: Pues ha pasado de todo y lo que queda. Estaba en un grupos maravilloso, con componentes maravillosos, siempre con amigos. Uno nunca se junta con gente con la que no tiene ninguna conexión emocional más allá de lo profesional. Y he tenido la carrera en solitario. Lo he hecho lo mejor que sé y me encantan los discos que he sacado y no sé, me has asustado con esto de los treinta años.
A ver, el primer disco con Buenas Noches Rose fue en el 95...
P: 27 años en la música...
R: Me has echado más años, pero bueno, 27, que es cuando se mueren todos los mártires del rock. Llevo 27 años dándole caña. Jolín, espero seguir haciéndolo hasta que me caiga encima del escenario y porque mi corazón no pueda más.
Si el público y la gente que me sigue me lo permite, yo estaré encantado de seguir hasta ese momento.
P: ¿Sigues escuchando las canciones que hacías en el 95? ¿Qué piensas ahora de ellas con el paso del tiempo?
R: Que están bien, siempre uno lo hace lo mejor que sabe. Cada uno hace lo que le sale. Tú puedes pensar que hay que planear qué quieres hacer, por ejemplo, una canción muy cañera y las canciones son muy cabronas. A veces quieres hacer algo cañero y no te sale nada o te sale algo tranquilo. Mandan un poco de ellas.
No hay que forzar a donde tú la quieres llevar, sino que tienes que saber hacia dónde te lleva la canción y tú encaminarla a la hora de escribirla, o por lo menos yo lo veo así.
P: Te lleva la canción, pero ¿cómo es ese proceso de escribir y componer?
R: Pues no hay un librillo que sea siempre igual. Hay veces que escribo primero cosas y luego otro día sigo o estoy con la guitarra tocando nada, cualquier cosa o algo de otra persona y va saliendo. A veces me empieza a salir algo y empiezo a tararear algo y pienso en una frase y de repente sale la segunda frase. En ese momento empiezo a escribir algo.
En general, a mí lo que me gusta es que salga la letra y la música a la vez, que a veces sucede. Pero muchas veces soy de cuadernito y le doy muchas vueltas. Puedo estar meses o años dando vueltas a una canción hasta que yo pienso que eso ya lo puedo grabar y presentarlo al público.
Con este disco que tengo ahora la verdad es que he compuesto rápido, he respetado lo que se llama el gesto. Me salían versos y veía cosas que decía que ya lo cambiaré y he acabado dejándolo porque me salieron rápido y lo he querido respetar. Esto es experimental. Espero que os guste.
P: Una música más de verdad, ¿no?
R: No sé, siempre lo he hecho de la otra manera, siempre le doy mucha vueltas y trabajo muchísimo las canciones. Hay gente que piensa que tengo algo de talento y en realidad tengo muy poco, pero trabajo mucho. La composición en este disco es un poco la lo que ha salido. He tardado un día o dos en escribirlas. Hay música.
P: ¿Qué balance haces de la banda de Buenas Noches Rose? ¿Como cómo lo ves ahora con el paso de los años?
R: Tuvimos ahí unos una experiencia hermosísima, que es ser unos teenagers de instituto y todos coincidíamos en clase o la clase de al lado y montar una banda, que alguien se fijara en nosotros, que grabáramos en un estudio que empezábamos a tocar en Madrid en luego ya por otras provincias e irnos incluso a Argentina cuando tienes 19 años, joder.
Hablo de una época en la que no se podía grabar en casa, tenía que ficharte alguien y pagarte una grabación de estudio en donde es todo increíble.
P: ¿Qué queda de ser Rubén Pozo de esos años?
R: Pues deben quedar cosillas por ahí. Las ganas, que sigo loco por la música... Me encanta escuchar música, pero sobre todo de lo que me gusta es tocar o tengo la necesidad de escuchar música, pero en vez de poner algo lo que hago es coger la guitarra ahí y soltar. Igual que existe la escritura automática yo me toco nanas a mí mismo también.
P: A esa edad dejaste los estudios, ¿verdad?
R: Sí.
P: Hay una cosa que me gusta bastante que te he leído, porque dices que da igual el tema de los estudios ya que en la vida uno se forma con lo que uno lee.
R: Ahora me parece un poco pretencioso y chulo. Yo estaba en el instituto, empecé ya tocar, empezamos a tocar por Madrid, tenía mucha ilusión, alguien se fija a nosotros, quiere grabarnos y tenía diecisiete o dieciocho años. Ya en el instituto vez tenía menos espacio en mi cabeza, ¿sabes?
Pero ese ha sido mi caso. Creo que todo el mundo tiene que tener una formación. Afortunadamente, pues sí, me ha gustado leer, pero como me gusta escuchar música o yo qué sé, ver buen cine. Disfruto tanto de Casablanca como de Acorralados de Sylvester Stallone.
Yo no veía futuro a estudiar, nunca me vi un buen estudiante y mis notas lo corroboran. Quería dedicarme a eso y no tenía ninguna asignatura en el colegio que pudiera dar pista de este mundo.
P: ¿Y no crees que la gente está demasiado formada?
R: Puede haber ahí un poco de titulitis. Al final creo que un trabajo, por mucho que hayas estudiado, si te gusta y es lo tuyo, cuando lo realizas no es complicado. Si no tienes la formación igual no te dan la oportunidad.
Creo que hay que formarse, pero no para conseguir títulos, aunque luego puedan ayudar, sino por uno mismo, por ese afán de conocimiento, de adquirir esa cosa que llaman sabiduría. Cuanto más sepas, más puede disfrutar de las cosas.
P: ¿Y qué queda del Rubén Pozo de Pereza?
R: Pues supongo que también muchas cosas ahí. Con Pereza pasa lo mismo que con Buenas Noches Rose, pero con más éxito y con la ilusión seguía intacta porque, como ahora, seguía estando loco por la música y por las canciones. Vivimos una época preciosa.
Al principio fue duro, pero cuando se echa a andar y tienes medios se disfruta mucho. Ya eran muchos años en la brecha y un reconocimiento que te permite comprarte una casa con tu hipoteca, pero pagando un buen cacho primero pues es fuerte. También los sitios a donde llegamos y la gente que hicimos, creo que seguimos haciendo feliz con lo que hicimos. Yo siempre digo que he tenido mucha suerte profesionalmente.
P: Y habéis creado himnos como Princesas o Lady Madrid. ¿Cómo se vive eso?
R: Pues es bonito, en los conciertos la gente lo canta fuerte y no sé, de alguna manera creo que hay canciones de Pereza que son parte del imaginario popular, de la historia del pop rock español o como quiera llamar.
P: ¿No te da un poco de 'pereza' tener el sambenito ese de siempre tener a Pereza detrás?
R: Es que lo voy a tener hasta que me muera. Yo siempre digo que fue maravilloso. No pasa nada porque me lo digan, está todo bien. Se que hay gente que si no pone ahí no me va a escuchar, yo elijo elegir. Mi camino es el que es y quién quiera seguirme viene bien.
P: Dices que siempre estás bien rodeado y aunque después has hecho canciones con Lichis, ¿cómo es eso de estar en un grupo a estar solo?
R: En cada momento haces lo que lo que sientes, o por lo menos yo he tenido la oportunidad de hacerlo. Siempre he tratado de seguir a escuchar a mi voz interior y tratar de hacerlo un poco por instinto. He tenido la valentía o me lo he podido permitir.
P. ¿Qué balance haces de cómo ha evolucionado el mundo de la música? Ahora no es tanto de disco a disco sino de single a single.
R: Al margen de los estilos yo creo en la canción, que emocione. Me da igual que los que la tocan son heavies, punkies, de hip hop o de pop rock. Yo lo que quiero es escuchar una pieza musical de tres minutos, cinco, siete o dieciocho y emocionarme. Quiero que se me activen cosas por dentro y ahora hay como muchos estilos, pero yo trabajo con mis herramientas, soy un poco pureta y trabajo con guitarras, con bajos, con baterías, con teclados y combinándolos.
Nadie le dice al que hace las tortas del casar 'es que siempre son igual con la bolita de anís'. Es que son de tortas del casar y si no te gustan cómprate una magdalena que te guste más y no pasa nada. Yo trabajo de incógnito y no es que pretenda de tener mi sello, es que no sé, nunca he sentido la necesidad de programar algo porque tardaría más, porque soy muy tarugo en esto y porque en mi cabeza oigo la música con una guitarra o en un teclado o algo así. Nunca tengo ahí una inspiración. Si me viniera, si el sonido lo haría, vamos, sin dudarlo.
P: Te he leído decir que siempre vuelves al disco Fuera de lugar de Rosendo, que es un disco que te encanta y que te marcó mucho, ¿pero qué relación tienes con otros estilos de música como el trap o el reguetón?
R: De música moderna lo de C. Tangana me ha gustado, creo que me gusta como escribe ese tipo y creo que tiene una actitud muy buena, muy valiente y que ayuda a todos lo demás. Ahora han ido a por Rosalía, pues a mí lo de El mal querer no me no me entra mucho, pero vi una cosa que había puesto ahí en Instagram diciendo 'te quiero ride' y a mí me gusta. Todo el mundo la criticaba y es una melodía bien bonita y a piano. Es una artistaza como la copa de un pino.
Que cada uno haga lo que quiera y quien se enfade pues que se enfade. El artista hace lo que quiere y si se arruina ha hecho lo que ha querido. Pero en general toco más que escucho música.
P: Ha habido un tiempo en el que han surgido artistas que después se han quejado de que les han dirigido la carrera por donde han querido otros. ¿Crees que ahora se da mucha más libertad al artista a la hora de crear sus canciones?
R: Las cosas funcionan y gustan cuando el que lo ha hecho porque ha querido. En este gremio se dice que la gente es gilipollas cuando no le ha gustado el disco. Y nos ha pasado a todos en algún momento. Es cierto que ocurre a veces y que hay injusticias con discos que están muy bien y que no tienen el la aclamación que merecen, pero yo creo que las cosas hechas de corazón las percibe el público. Se habla de ellos como una masa sin ojos, ni boca y todos somos público, incluido yo. Yo le doy al play cuando alguien saca algo. Cuando una cosa tiene corazón y está hecho de verdad y hay alguien jugándosela diciendo 'mira, aunque me apedreen o aunque se rían de mí o aunque no guste a nadie más que a mí, pero toma esto'. Yo creo en eso.
P: ¿Y tú sigues la actualidad política?
R: Es como un circo, una rueda que en el que ya es todo mucho relleno de paja. Veo que actualmente también las formas se están perdiendo mucho, se grita, se insulta y a fin de cuentas los políticos son somos nosotros también. Como nosotros somos el público, también somos los políticos, no vienen de un planeta, si los ponen ahí sí que somos nosotros.
Si ellos son así quizá es porque nosotros somos así.
P: Era por preguntarte porque hace un año estábamos en plena campaña electoral y hubo una canción de Pereza, Lady Madrid, que se usó para hacer la campaña de una candidata. ¿Cómo ves eso de que una canción se use con fines políticos?
R: Las canciones son de la gente y no de los políticos. A mí que me da igual el partido que sea, eso no es bueno. No puedes hacer nada por evitarlo, pero no me gusta. Otra cosa es que llegue Bruce Springsteen y haga una canción para Obama y este la utilice porque son colegas y porque creen esto, pero si tú no has hecho nada y alguien la coge y empieza a hacer eso no me gusta.