El polémico arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha vuelto a generar polvareda con un artículo publicado en Agencia SIC (Servicio de Información Católica). En esta ocasión ha acusado a los políticos españoles de “perder la cabeza” por legislar el “suicidio asistido”.

En su opinión, titulada Manteneos unánimes y concordes, lamenta que “vivimos tiempos de una gran dispersión de pareceres y posiciones, que ya no es el legítimo pluralismo y la expresión de la pluriformidad y de la riqueza complementaria de la realidad, sino contraposición entre ellas”.

A su juicio, “todo esto refleja enfrentamiento, desconcierto y genera división. ¡Cuántas disensiones y tensiones innumerables hoy en día, hasta parecer que lo normal y hasta bueno es el disenso y el enfrentamiento!”.

En este punto, una de las cosas que trata en el artículo es la eutanasia: “Lo que pueden ser soluciones o respuestas verdaderas, por ejemplo ante el final de la vida, la eutanasia, el suicidio asistido o los cuidados paliativos, se rechazan con frecuencia de antemano porque no son las mías o las de mi parte, basta que venga de la otra parte para situarnos críticamente o con recelo, cuando, sin embargo, es tan necesaria la concordia y la unidad ante cuestiones muy graves que en estos momentos afectan a todos y a nuestro futuro”.

Cañizares admite que esa tendencia a la disensión y la tensión también ha calado en la Iglesias, pues “no somos ajenos a la falta de unidad ante cuestiones importantes, hasta podemos dar la impresión, en ocasiones, que estamos ante iglesias distintas”.

“¡Qué contraste con aquellas primeras comunidades de las que se dice en el Libro de los Hechos de los Apóstoles que tenían un sólo corazón y una sola alma o que permanecían unánimes en la enseñanza de los Apóstoles, en la oración, en la fracción del Pan y todo lo tenían en común!”, lamenta.

Tras estas palabras, el arzobispo menta el caso de la Eutanasia: “Con el proyecto de Ley, injusta, inicua, sobre eutanasia y el suicidio asistido que se debate en Comisión en el Parlamento Español. ¡Cuánto tienen que aprender nuestros dirigentes políticos nacionales porque, lo digo una vez más, han perdido la cabeza y no saben lo que hacen! Hermanos, ‘hacer la voluntad de Dios’. De eso se trata; tener los mismos sentimientos de Cristo, Hijo obediente”.