Fidel Herráez Vegas, arzobispo de Burgos, preserva la lucha de las víctimas de violación hasta morir, admitiéndolo en una carta publicada el 22 de enero de 2017 en la web del Arzobispado sobre Marta Obregón, una mujer asesinada hace 25 años por Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor.

En la misiva, el arzobispo admite que la joven “es un estímulo para vivir todas las virtudes cristianas que ella fue descubriendo: la alegría, el servicio, la entrega… Pero, en especial, la grandeza de la castidad, como se hace visible cuando resiste y lucha hasta morir asesinada por defenderla. Una virtud hoy poco valorada, que nos ayuda a orientar el amor y la entrega hacia su plenitud y belleza más singular”.

Esta carta forma parte de la documentación que se ha envió al Vaticano el pasado mes de febrero para continuar con el proceso de beatificación de Marta, que ya pasa por lo que se denomina “etapa romana”, según informa eldiario.es.

“Marta Obregón fue una joven cristiana que, en los años 90, quiso vivir coherentemente su fe hasta derramar su sangre. Su personalidad dinámica y comunicativa, jovial y carismática, encarna perfectamente la frase que Juan Pablo II dirigió a la juventud española en su último viaje a España: “se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo”, escribió el Herráez Vegas.

Pedro Luis Gallego fue un asesino y violador que asesinó a dos mujeres en el verano de 1992, Marta Obregón y Leticia Lebrato. Además, fue condenado por las muertes y por otras 18 violaciones, aunque la doctrina Parot le dio la libertad en 2013 y fue detenido cuatro años después. En 2017 se dedicó a secuestrar a las víctimas por los alrededores del Hospital madrileño de La Paz, las llevaba hasta su casa de Segovia donde las violaba y después las trasladaba de vuelta, todo esto sin que las chicas les vieran el rostro. Ahora la fiscalía pide 96 años de prisión.

La joven fue asesinada en el 92 cuando tan solo tenía 22 años, y por aquel entonces formaba parte del Camino Neocatecumenal. Por su parte, la familia pertenece al Opus Dei. Gallego la raptó el 21 de enero de ese año, mientras entraba en el portal de su casa de Burgos, la llevó en su coche a un descampado y ahí la violó y la mató a puñaladas.

Su proceso de beatificación empezó en 2011 con el arzobispo de Burgos anterior, y este pasado mes de febrero terminó la etapa diocesana, por lo que el sacerdote postulador, Saturnino López Santidrián, le entregó al canciller de la Congregación para las Causas de los Santos (Giacomo Pappalardo) un documento de 800 folios en el que se argumenta que Marta fue víctima de martirio. Este material tiene tres partes: escritos jurídicos, prueba documental y prueba testimonial.

Fidel Herráez, delegado a Burgos

El actual arzobispo de Burgos es uno de los más reacios las nuevas medidas del papa Francisco en España. Con anterioridad, estuvo muy unido al arzobispo madrileño Rouco Varela, y en un principio se pensó que iba a ser su sucesor. Sin embargo, en 2014 Varela nombró a Carlos Osoro arzobispo de Madrid, dejando a Fidel Herráez con Burgos como premio de consolación.

Desde entonces, ha sido quien más críticas ha lanzado al Vaticano desde que Francisco está al frente de la Iglesia Católica, y además lidera el grupo de prelados más públicamente contrario al cambio hacia una Iglesia abierta al mundo. El próximo 28 de julio, Herráez cumplirá 75 años y presentará su dimisión al Papa, la cual será aceptada con toda probabilidad. Antes de irse, ha querido dejar el caso de Marta Obregón como último trabajo.