La noche. Ese negocio que moralmente ofrece tantos quebraderos de cabeza. Un machismo latente que adquiere la morfología de suculentas ofertas que otorgan una malinterpretada ventaja económica con respecto al resto de los mortales. Un 'chollo' que, después de analizar la situación, queda patente que es precisamente lo diametralmente opuesto. 

Una técnica -envuelta en un manto de 'generosidad'- de la que se aprovechan muchos de los empresarios de la noche que publicitan sus fiestas al ritmo del inefable lema de "chicas gratis" a sabiendas de que su estrategia no deja de ser un reclamo para los chicos -a ellos sí les cobran-.

Las mujeres como cebo

Hablamos, por tanto, de una burda técnica para llenar salas que deja patente el machismo existente en el negocio del ocio nocturno. Así lo cree Ángeles Álvarez, diputada del PSOE y colaboradora de ELPLURAL.COM desde 'Tribuna Feminista'

"Es un anacronismo", declara la diputada socialista a ELPLURAL.COM cuando le preguntamos por su opinión sobre esta práctica que llevan a cabo múltiples discotecas que no tienen escrúpulos a la hora de usar "a las mujeres como cebo".

Tras afirmar que no se puede utilizar a la mujer como reclamo "para ningún tipo de ventas de productos", la diputada socialista recalca que esta 'muestra de generosidad' no es más que una "técnica comercial y de publicidad" machista. 

Erradicado en el País Vasco 

Un hecho que ya no se da en el País Vasco desde junio de 2017, cuando recogieron su prohibición en el borrador de Reglamento de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas a raíz de la voluntad del Ejecutivo autonómico de acabar con esta práctica nada "igualitaria" que fija precios diferentes en función de si el cliente es hombre y mujer.

A este respecto, Ángeles Álvarez celebra la medida adoptada en el País Vasco y explica que esto "acabará cuando las comunidades autónomas quieran", pues es su competencia "regular, vigilar y poner sanciones administrativas" encaminadas a erradicar esta estrategia machista.