España es el segundo país del mundo en número de solicitudes de adopción internacional, con 33.000 familias declaradas idóneas para adoptar, y también con 22.000 niños en centros de acogida españoles. Sin embargo, no es ejemplar como país donde la adopción de niños y niñas con patologías como el VIH, ya sean de nacionalidad española o extranjera.
Italia, por ejemplo, nos supera en adpciones de niños con VIH, según información de la Asociación Familias de Colores, que trabaja por los menores que padecen situaciones de abandono, y atribuye este dato a la falta de buenas campañas de información. Por otro lado, en 2005, la adopción internacional de niños con necesidades especiales en Holanda era de un 13 por ciento y cuatro años después subió al 66 por ciento, mientras que en España, en los mismos años, se situó entre el 0,1 y el 9 por ciento.
Así, CESIDA, Coordinadora Estatal de VIH y SIDA, lleva meses incidiendo en una campaña para recordar que actualmente la infección por el VIH está considerada una enfermedad crónica pero no terminal, y los menores que la padecen pueden llevar una vida normalizada con el tratamiento adecuado. Se pretende, así, que el miedo, la desinformación y hasta los prejuicios acerca de la enfermedad y los modos de transmisión del virus no frenen a las familias a la hora de adoptar un niño o una niña con el VIH.
Fue en un acto celebrado el pasado mes de diciembre en el Palacio de Cibeles (Madrid) donde y cuando CESIDA y la Asociación Familias de Colores presentaron esta campaña, bautizada como ‘Adopción en positivo’, y que persigue sensibilizar e informar a las familias que están en procesos de adopción de niños sobre cómo ha cambiado la realidad de la infección por el VIH respecto a décadas anteriores. La campaña se compone de una guía didáctica y el documental ‘Adoptar y acoger en positivo’, con testimonios de profesionales y personas que viven con el VIH explicando lo que supone el VIH a día de hoy.