Las listas de espera quirúrgicas siguen siendo uno de los principales desafíos del sistema sanitario público en España. Según el último SISLE (Sistema de Listas de Espera), la media nacional para someterse a una operación es de 126 días, aunque para determinadas intervenciones esta cifra se incrementa. Las cirugías con mayores demoras en el conjunto del Estado son: el hallux valgus (juanetes), con una espera media de 153 días; la artroscopia de rodilla y la adenoamigdalectomía, ambas con 127 días; y la intervención por hipertrofia benigna de próstata, con 126 días.

Aunque los tiempos de espera varían considerablemente entre comunidades, en Madrid el promedio para someterse a una operación se sitúa en 65,40 días (60,6 días menos que la media nacional), lo que la convierte en la comunidad autónoma con la menor demora para acceder a una intervención quirúrgica. Estos resultados positivos se explican, en gran medida, por la gestión de sus hospitales, ya que todos los centros madrileños, tanto los de alta como los de media y baja complejidad, registran tiempos de espera inferiores a la media nacional.

La Fundación Jiménez Díaz, el centro más eficiente

Entre los grandes hospitales de referencia madrileños, la Fundación Jiménez Díaz (FJD) destaca por ser el que mejores tiempos presenta en lista de espera quirúrgica. El hospital se mantiene, mes tras mes, como el primero con menor demora de toda la Comunidad de Madrid. Según los últimos datos del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), registró en agosto una espera media de 21,84 días.

Su eficiencia se refleja también en las especialidades más saturadas. En la FJD es posible acceder a una intervención de hallux valgus o juanetes, una deformidad del pie que provoca dolor y limita la movilidad, en solo 13,35 días, lo que supone 139,65 días menos que la media nacional.

La artroscopia de rodilla, una técnica mínimamente invasiva utilizada para tratar lesiones articulares, que en el conjunto del Estado acumula una media de 127 días. En la FJD, sin embargo, se resuelve en 16,47 días (110,53 menos). En el caso de la adenoamigdalectomía, una intervención muy habitual en niños con infecciones recurrentes o problemas respiratorios, la espera en la FJD es de 32,89 días, lo que supone 94,11 menos que la media nacional. Por último, para la cirugía por hipertrofia benigna de próstata, una patología frecuente en hombres mayores que afecta de manera significativa a su calidad de vida, la demora en el hospital madrileño es de 17,57 días (108,43 menos).

Estas cifras ponen de relieve la gran brecha existente en cuanto a eficiencia hospitalaria. Una diferencia que no solo se mide en días, sino también en calidad de vida. Reducir los tiempos de espera en intervenciones de alta demanda permite que los pacientes retomen antes sus rutinas, disminuyan las complicaciones derivadas de la demora y, además, se libere capacidad asistencial para nuevos casos.

En un contexto en el que la saturación quirúrgica constituye uno de los grandes retos de la sanidad española, la Fundación Jiménez Díaz demuestra que una gestión orientada al paciente puede marcar la diferencia. El hospital pertenece al modelo de gestión público-privada, un sistema que combina la solidez y la financiación de lo público con la agilidad y la capacidad de innovación de lo privado, logrando así resultados en la reducción de listas de espera, la satisfacción de los pacientes y la optimización de los recursos sanitarios.

Madrid, la comunidad con menor tiempo de espera para operaciones

La lista de espera quirúrgica de la Comunidad de Madrid cerró agosto de 2025 con 98.479 pacientes y una demora media estructural claramente inferior a la nacional. Más de la mitad de los madrileños pendientes de operación (50,8%) fueron intervenidos en menos de dos meses y tres de cada cuatro lo hicieron antes de los 90 días. Solo un 1,7% superó los 180 días, lo que refleja un control ajustado de los tiempos.

Durante ese mes se realizaron 18.557 intervenciones, con una espera media de 57,9 días. La gran mayoría se llevó a cabo dentro del circuito estructural (95,1%), donde la demora se redujo a 53,7 días, consolidando así la tendencia a agilizar la atención quirúrgica. El balance entre entradas y salidas se mantuvo equilibrado (índice acumulado 1,0), lo que garantiza la estabilidad del sistema y su capacidad para absorber la demanda sin generar un aumento en la lista de espera.

Madrid es la comunidad que enfrenta una mayor presión asistencial. En este contexto, los datos resultan aún más relevantes: según el SISLE, no solo registra los menores tiempos de espera para operaciones, sino también una de las tasas más bajas de pacientes pendientes de operación, con 10,41 por cada 1.000 habitantes. En autonomías con una demanda similar, como Cataluña o Andalucía, la tasa asciende a 25,10 y 23,11, respectivamente.