Desde su puesta en marcha hace casi cuatro años no ha hecho más que acumular reconocimientos. Oncohealth, el Instituto Oncológico del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, por el que pasan todos los casos de cáncer de este centro y de los hospitales Infanta ElenaRey Juan Carlos General de Villalba, se ha convertido en toda una referencia y ha sido certificado por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) como Centro Integral de Oncología y Cuidos Paliativos.

Esto supone, cuenta a ELPLURAL.COM su director, el doctor Jesús García-Foncillas, “un reconocimiento a una labor conjunta que tiene como centro al paciente oncológico y que abarca desde la investigación hasta las últimas fases de la enfermedad tumoral, pasando por la búsqueda de cuáles son los mecanismos que subyacen en la patología, el cuidado del paciente y el abordaje de los síntomas, tanto de los derivados del proceso, como de los del tratamiento”.  

Global y personalizado

Y es que Oncohealth, el único centro español que ha certificado la ESMO en este 2018, constituye otra forma de abordar el cáncer, en la que se tiene “muy presente a todos los cuidadores que están alrededor del paciente oncológico”, subraya este especialista. “Hay que tener muy en cuenta que por encima de la enfermedad hay una persona con su entorno”, enfatiza, añadiendo que “para nosotros supone un leitmotiv en sí mismo y un objetivo que tiene que trascender a lo que podamos hacer de tratamiento e investigación”.

El certificado de la Sociedad Europea de Oncología Médica, es en sí “una manera de acreditar la relación entre todos los especialistas que cubren la atención del paciente, el cuidado de la persona y de sus allegados”, precisa el doctor García-Foncillas.

“Se valora que haya un conjunto de procedimientos que ofrezcan los máximos de calidad”, desde la asistencia oncológica hasta el cuidado del enfermo, detalla, pero se va más allá de los aspectos de excelencia en la atención puramente médica. “Se contempla la parte humana”, subraya, lo cual implica una mayor satisfacción para los profesionales que trabajan en este instituto madrileño.

Hay que tener en cuenta, insiste el director de Oncohealth, que “en oncología tenemos que perseguir curar. Muchas veces no es viable, pero sí lo es prolongar la vida, poniendo especial énfasis en la calidad”.

Referente y puntero

Reconocimientos como éste son la mejor manera de testar que se va por el buen camino. Son varios los premios que ha recibido el instituto. Los dos últimos, el de la ESMO y el Best In Class, al mejor programa de I+D en oncología, tiene que ver con dos facetas especialmente importantes para quienes integran el instituto de la FJD.

“Tenemos el foco en ofrecer la investigación más puntera, pero sin olvidar que el paciente es persona y que tenemos que ser especialmente sensibles con él. Tener en cuenta su contexto anímico es fundamental”, apunta este oncólogo.   

Oncohealth es puntero en este sentido, ya que aquí, “todos los especialistas que pueden ofrecer algo paciente oncológico están trabajando juntos”. “No solo hemos puesto a los investigadores al lado de los clínicos, lo cual es importantísimo, y ocurre en muy pocos centros a nivel internacional”, apunta el doctor García-Foncillas, “sino que a esto hemos sumado todo un equipo de apoyo psicológico y social”, en el que también hay nutricionistas y responsables del ejercicio físico.

Luchando contra la angustia

“El paciente tiene que percibir que estamos trabajando desde el punto de vista técnico, médico, y de investigación para ofrecer lo mejor y lo último, pero también en todo lo que implica la merma de su ánimo”, afirma el responsable del instituto.

“Hay que pensar que está sufriendo por su enfermedad, y que su nivel de angustia es elevado”, asevera. “Aún ante enfermedades que pueden ser curables, la manera en la que uno las vive, puede generar situaciones de mucho estrés”.

Por ello el director de Oncohealth está convencido de que el camino se construye con investigación y con sensibilidad a flor de piel.

“Uno puede pensar que no es importante, pero para nosotros sí lo es”, dice. En este sentido recuerda que “las personas somos poliédricas”. “La manera en la que la persona vive, enfoca y convive con su enfermedad, juega un papel muy importante en el estado del paciente y marca una diferencia fundamental en el resultado que se puede conseguir con esa patología”.

García-Foncillas reconoce que “en medicina se nos olvida muchas veces que, aunque tengamos la mejor de las ciencias, no siempre la enfermedad la cura el mejor fármaco”.

“No somos robots”, destaca, y “si no tenemos en cuenta la situación de tremendo sufrimiento vital que tiene el paciente, con mucha facilidad, podremos estar fracasando”.