La decisión del rey emérito Juan Carlos I de interponer una demanda por injurias contra Miguel Ángel Revilla no fue, según nuevas informaciones, un movimiento aislado ni impulsivo. Tal y como ha revelado el periodista Juan Luis Galiacho, director de El Cierre Digital, en el programa En boca de todos de Cuatro, el monarca también llegó a contemplar seriamente la posibilidad de denunciar a la vedette Bárbara Rey, cuya historia con la Casa Real lleva décadas generando titulares. Sin embargo, su entorno más cercano lo disuadió, temiendo que la maniobra terminara perjudicándole más que beneficiarle.
El contexto es bien conocido: Juan Carlos I reclama 50.000 euros a Revilla por unas declaraciones que considera ofensivas y perjudiciales para su honor. Pero la polémica ha escalado al abrirse el foco sobre por qué, entre tantas voces críticas que han aireado episodios personales y financieros del monarca, solo el expresidente cántabro ha acabado en el punto de mira judicial.
Bárbara Rey, actriz y vedette que mantuvo una relación con el rey emérito en la década de 1970, ha sido una figura central en diversas polémicas relacionadas con la Casa Real. Se ha informado que, tras la ruptura de su relación, Bárbara Rey habría recibido pagos procedentes de fondos reservados del Estado para mantener su silencio sobre asuntos privados del monarca. Estas revelaciones han sido ampliamente difundidas en los medios, pero no han derivado en acciones legales por parte de Juan Carlos I.
Al ser consultada sobre la demanda contra Revilla, Bárbara Rey manifestó su apoyo al expresidente cántabro y calificó la acción legal como "un despropósito absoluto". En declaraciones recogidas por diversos medios, afirmó: "Me solidarizo con Revilla. Con todo lo que se ha escrito de él durante tantísimos años... Si tuviera que demandar, tendría que ser al último". Además, subrayó que nunca ha injuriado al rey emérito y que está "tranquilísima" respecto a posibles acciones legales en su contra.
Revilla denuncia un doble rasero en la justicia del rey emérito
Miguel Ángel Revilla, conocido por su franqueza, ha expresado su sorpresa y descontento ante la demanda interpuesta por el rey emérito Juan Carlos I. En una rueda de prensa, Revilla cuestionó: "¿Por qué yo y no el CNI, que ha publicado que se gastaba dinero en dependencias para sus amigas? ¿Por qué no se ha querellado contra Bárbara Rey o contra Corinna, que dice que tenía una máquina de contar dinero en La Zarzuela?". Estas declaraciones ponen de manifiesto la percepción de un trato desigual en las acciones legales emprendidas por Juan Carlos I.
El expresidente cántabro considera "injusto y mezquino" que una figura constitucionalmente inviolable como el rey emérito emprenda acciones legales contra un ciudadano común de 82 años. Revilla ha defendido su trayectoria, destacando que siempre ha sido crítico con la corrupción, sin importar el partido o la persona implicada. Además, ha señalado que la demanda podría ser un intento de silenciar otras voces críticas hacia el monarca.