Luis Tosar, uno de los intérpretes más respetados del cine español y triple ganador del Premio Goya, ha vuelto a cargar contra los discursos que criminalizan al sector cultural. En su paso por el programa Col·lapse, emitido por 3Cat, el protagonista de Celda 211 y Los lunes al sol reflexionó sobre la ofensiva ideológica que, desde ciertos sectores políticos, intenta desacreditar el trabajo de artistas, cineastas y creadores.
El actor, actualmente en cartel con la película Golpes, no dudó en responder a quienes sostienen que “la cultura española vive de las subvenciones”, un argumento recurrente que la ultraderecha repite para tratar de erosionar la legitimidad del cine y la producción cultural.
“Alguien no puede ser tan cenutrio como para detestar la cultura. Detestar el cine, la literatura, la poesía o la música… Es imposible. Es parte del ser humano”, afirmó Tosar, asegurando que detrás del desprecio impostado hacia la cultura existe una estrategia premeditada. Según explicó, hay “ideologías que tienen muy claro que deben erradicar todo aquello que pueda convertirse en un movimiento de contestación”. Y la cultura, recordó, lo ha sido históricamente.
El actor denunció que quienes sostienen estos mensajes manipulan los datos y recurren a argumentos “falaces”, especialmente cuando hablan de “paguitas” o de artistas “viviendo del cuento”. Un discurso, sostuvo, que no se apoya en la realidad del sector, sino en una voluntad política de desinformar. “No se dan cuenta de la cantidad de puestos de trabajo que genera la industria cultural ni del dinero que aporta al PIB”, subrayó. Para Tosar, esa deslegitimación constante busca crear un clima hostil que termina calando en parte de la sociedad. “Ese atrincheramiento político tan radical provoca que gente influenciable llegue a creer que la cultura es innecesaria”, lamentó.
El auge del revisionismo franquista
No es la primera vez que Tosar arremete contra este tipo de discursos. Hace apenas unos días, en una entrevista en Malas Lenguas, el actor mostró su preocupación por la creciente presencia de jóvenes que reivindican la figura de Francisco Franco sin conocer - o sin querer conocer - las consecuencias reales de la dictadura. “Es terrible ver a chavales de 14 o 15 años ensalzando a Franco como si no hubiera sido el mismo que, un 18 de julio, levantó a medio país en armas, se declaró rebelde y provocó una guerra civil que dejó heridas abiertas y sangrando hasta hoy”, advirtió.
Tosar lamentó que, mientras la industria cultural trata de promover memoria, pensamiento crítico y debate social, haya sectores políticos que alientan un revisionismo peligroso entre las nuevas generaciones. Una deriva que, a su juicio, refuerza la importancia de defender la cultura como espacio de libertad y de resistencia democrática.
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