El Camino de Santiago lleva décadas engordando su registro de peregrinos hasta llegar al récord de 2018, con 327.000 personas que llegaron andando, en bicicleta o a caballo hasta la monumental catedral de la capital gallega. Este sostenido aumento de caminantes se explica por la intensidad de la experiencia personal, alejándonos de nuestros problemas habituales para zambullirnos en increíbles entornos naturales, cascos históricos medievales o tabernas donde disfrutar de la mejor gastronomía en cada una de las etapas. A continuación te contamos las principales vías de llegada a Santiago de Compostela, con caminos mejor acondicionados y más número de albergues.

El camino francés

Sin lugar a duda, la opción más concurrida y con más tradición. En el país galo tiene numerosas ramificaciones pero, si tenemos que marcar un inicio lo pondríamos en la localidad pirenaica de Saint Jean de Pied de Port o, en todo caso, desde la navarra Roncesvalles a este lado de la frontera. Unos 800 kilómetros hasta Santiago que se recorren en alrededor de 30 días y que te llevarán por históricas ciudades como Pamplona, Logroño, Burgos o León. Aunque también te encontrarás con pueblos castellanos o de los montes gallegos que te dejarán aún más impresionado que esas capitales, y donde te podrás 'poner las botas' con la gastronomía local. 

El camino del norte o de la costa

La opción mas popular del siglo X recupera potencia en la actualidad gracias a sus paisajes verdes entre las montañas y el mar cantábrico. Marcando su inicio más típico en Irún, podrás disfrutar de la arquitectura y la comida del País Vasco, Cantabria, Asturias y, por supuesto, Galicia. La distancia 'a meta' es similar a la del camino francés y, al igual que este, puedes iniciarlo donde prefieras, siempre y cuando hagas los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo -200 kilómetros si escoges la bicicleta- si quieres recibir 'la compostelana' al llegar a Santiago. 

Camino portugués

El camino que los portugueses utilizaban tradicionalmente para ir a visitar al santo tiene a Oporto como punto de partido más habitual. Unos 250 kilómetros con dos opciones distintas, la de la costa y la del interior. Pasa por localidad como Tui, O Porriño, Mos, Redondela, Soutomaior, Pontevedra, Caldas de Reis o Padrón antes de llegar al destino final. El valor paisajístico de esta opción tampoco tiene nada que envidiar al resto de rutas. 

Camino inglés

Saliendo desde la costa de Ferrol o A Coruña, es una de las opciones más cortas con 120 kilómetros de distancia hasta Santiago. Se recorre en unos seis días en los que quedarás impresionado con los verdes paisajes gallegos.

Vía de la plata

Otra de las opciones más históricas y más largas para ir a ver al santo. La ruta del sur marca su inicio más habitual en Sevilla y te llevará por Mérida, Salamanca o Verín hasta unirse al Camino francés en Astorga (León). Unos 470 kilómetros para disfrutar esta zona de la península, excluyendo la parte del camino francés. 

Existen bastante rutas más para llegar hasta la Catedral de Santiago de Compostela, todas ellas con gran tradición y etapas de enorme valor. Puedes consultarlas aquí​.