Especialistas de los servicios de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, han llevado a cabo con éxito la reconstrucción de un peroné mediante una innovadora e infrecuente técnica.

Han utilizado un colgajo microvascular del peroné contralateral del propio paciente, aprovechando el tipo de procedimiento que ya hace más de cuatro años empezó a utilizar el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial en las reconstrucciones de mandíbula. El proceso se basa en transferir tejidos de una ubicación a otra, separando los mismos de su aporte sanguíneo nativo, pero manteniendo la arteria y la vena de los mismos, de manera que restablecen el flujo sanguíneo conectándolos a los vasos receptores del cuello (anastomosis).

A partir de ahí han ido abriendo y consolidado nuevas vías de colaboración con otras especialidades, lo que les ha llevado hasta este punto.

"Los años de experiencia en este tipo de operaciones nos han convertido en un buen ‘compañero de viaje’ también en intervenciones de otras especialidades con retos similares” afirma la Dra. Lorena Pingarrón Martín, jefa del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial, que añade que “ejemplos como éste demuestran las ventajas del trabajo multidisciplinar, tanto para los profesionales médicos como, sobre todo, para los pacientes, que se benefician del aprendizaje conjunto y las innovaciones y mejoras aplicadas en su abordaje".

Varias intervenciones anteriores

El paciente al que han intervenido, es un hombre de 49 años, que, debido a un accidente de tráfico sufrido hace tres, presentaba una fractura de peroné en la región de la articulación del tobillo que no terminaba de evolucionar bien, a pesar de haber sido intervenido en varias ocasiones.

“Primero se fijó el hueso con placas y tornillos y se realizaron injertos de hueso libre de la cadera, pero los focos de fractura seguían sin consolidar”, recuerda el Dr. Antonio Alonso Benavente, jefe asociado del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. "El paciente sufría una importante inestabilidad en la función del tobillo y estaba sujeto a tratamiento con mórficos por mucho dolor en la pierna", relata.

Un antes y un después

El trasplante microvascular del peroné de su otra pierna “ha supuesto un antes y un después en la resolución del caso”, celebra este especialista. Para hacerlo posible se llevó a cabo “un estudio y planificación tridimensional de la intervención previos mediante modelos estereolitográficos con los que los cirujanos pudieron identificar y programar las guías exactas de corte y diseñar el segmento preciso de peroné a trasplantar”, cuenta la Dra. Pingarrón.

Del mismo modo, y dado que debido al tiempo transcurrido desde el accidente y a las dos primeras intervenciones, los vasos sanguíneos del peroné de la pierna afectada estaban muy deteriorados de cara a la anastomosis vascular [uniones de vasos modificadas] hubo que “realizar una anastomosis término-lateral a los vasos tibiales para conectar extremos vasculares de diferente calibre, lo que terminó de consolidar el éxito de la intervención”, subraya.

Los resultados han sido tan positivos que el paciente, tras 24 horas de vigilancia intensiva en la UCI y una semana de ingreso, ha podido recibir el alta hospitalaria y regresar a su domicilio con tan solo unas muletas y una sencilla pauta de tratamiento antiinflamatorio.

Ahora, el equipo del Dr. Alonso seguirá su evolución durante los próximos meses conforme al protocolo establecido. No obstante, el pronóstico es favorable y confirma que el enfoque multidisciplinar y personalizado de cada caso redunda en claros beneficios para los pacientes. Ambos servicios ya habían trabajado juntos previamente con motivo de una fractura de antebrazo, y a esta colaboración hay que unir la de la de la Unidad de Cuidados Intensivos y la de Anestesiología.