Ana Julia Quezada, la asesina confesa del pequeño Gabriel fue la protagonista del Domingo de Resurrección en Coripe (Sevilla), donde sus habitantes celebran la "quema de Judas" que celebran al final de la Semana Santa, en la que prenden fuego al muñeco de un personaje que haya destacado por sus malos actos.

Junto a los mayores, los niños insultaron y quemaron la muñeca hecha de trapo y paja, según denunció Movimiento contra la Intolerancia. "Se escucharon expresiones vejatorias y humillantes" referentes "a su condición de mujer negra, jaleando el linchamiento y la violencia" y todo "en contexto popular con menores presentes", dice la denuncia.

Según un comunicado de Movimiento contra la Intolerancia, la muñeca que representaba a Ana Julia Quezada fue llevada a la plaza escoltada por unos hombres que antes de colgarla, le atizaron varios golpes y luego la tirotearon con munición de salva, hasta que empezó a arder.