Nuestro primer impulso es extender a toda la especie animal los comportamientos que consideramos normales. Bajo nuestro prisma, la mayoría de las especies animales se organizan entorno a macho fuerte y dominante. Hembras y cachorros están supeditados a las decisiones de este individuo. Y si cede el liderazgo en favor de otro más fuerte o joven, todo el orden se reestructura.
Alianzas y estrategias
También pensábamos que era así incluso con la especies superiores. Superiores desde un punto de vista humano. Es decir, aquellas más inteligentes y organizadas de forma más compleja. En especial, los grandes primates. Sin embargo, el análisis científico más exhaustivo dice otra cosa.En concreto en el caso de los bonobos. Estos primates, también conocidos como chimpancé pigmeo, son quizá la especie que menos diferencias tiene, genéticas, con los seres humanos.Y según los primatólogos, su organización social no es alrededor de un macho. Según décadas de observación, son las hembras las que dominan cada comunidad. En este caso no es tan importante la fuerza como la capacidad para establecer alianzas y trazar estrategias conjuntas. Y ahí, las hembras son mucho más hábiles.