Cuenta la leyenda que El Cid Campeador ganó una última batalla después de muerto. Sin ser una guerra que el gran ex futbolista y comunicador hispano-británico recientemente fallecido, Michael Robinson, quisiera librar, el Ayuntamiento de Cádiz podría darle forma a una última “jugada” para que el estadio municipal gaditano deje de llevar el nombre de un preclaro franquista y pase a llamarse “Estadio Michael Robinson”. El amor del Robinson por la ciudad lo mostraba cuando afirmaba con su sorna especial que “Alguien ha dicho que soy británico, pero eso no es así, soy gaditano y ya es sabido, pero las malas lenguas siempre dicen eso”. El cariño es recíproco como lo demuestra el hecho de que el pasado año el Ayuntamiento lo nombrara Hijo Adoptivo de la ciudad, que la escuela futbolística para niños del Cádiz lleve el nombre del futbolista inglés o que fuera consejero del club cadista durante varias temporadas sin haber jugado en el equipo.

Se cumpliría así la Ley de Memoria Histórica

El equipo de Gobierno que preside José María González “Kichi”, quiere articular un proceso participativo para decidir el nuevo nombre del estadio municipal. El alcalde gaditano basa la iniciativa en una “propuesta espontánea” surgida en redes sociales que pide renombrar al estadio como el nombre del ex futbolista y presentador de 'Informe Robinson', fallecido esta semana a los 61 años. Se asumiría una propuesta que parece amplia entre la afición cadista y, al mismo tiempo, se daría cumplimiento a Ley de Memoria Histórica al eliminar un símbolo claro del franquismo como es la actual denominación de “Nuevo Estadio Ramón de Carranza”.

En el proceso de decisión participará la población gaditana y el cadismo. Según el equipo de Gobierno “la posibilidad de el nombre de Michael Robinson está encima de la mesa a la hora de abordar la decisión final, como muchos otros que son muy significativos, aunque lo que a este equipo de Gobierno le gustaría es que el nuevo nombre surja y nazca del proceso participativo que implique a los gaditanos y al cadismo". "Es importante que participen democráticamente los agentes sociales, el cadismo, la Plataforma de Memoria Histórica y la oposición", comentaron desde el equipo de gobierno”. Lo que tiene claro el equipo de Gobierno es que el nombre de “Nuevo Ramón de Carranza” tiene sus días contados: “El estadio no debe seguir llevando un nombre contrario a la Ley de Memoria Histórica, así vamos a actuar".

Nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad en 2019

Robinson se consideraba un gaditano más desde que llegó a España el 10 de enero de 1987. En la ciudad, a la que estaba muy unido, era muy querido y fueron muchas las ocasiones en que el ex comunicador y ex futbolista del Liverpool el Osasuna mostró su cariño por la “Tacita de Plata”. El “británico gaditano” fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad el pasado año y en todo momento demostró su cariño por la ciudad y el club gaditano. “Mis raíces haces 1792 llegan hasta Cork (Irlanda). Soy moreno y sólo el 2% de los irlandeses son morenos, descendientes de los náufragos de la Armada Invencible. Y ellos eran de Finisterre o de Cádiz. Y de gallego yo no tengo mucho”, dijo en una ocasión.

Cádiz tiene duende”

También su amor a Cádiz lo plasmó en esta frase antológica: “Cádiz tiene duende. Es la única ciudad occidental donde el capitalismo no es la ley. Ser rico es incluso una desventaja. Y, aunque pueda sonar a estereotipo, mientras que en otras ciudades de Andalucía intentan ser graciosos, como en Sevilla, en Cádiz lo son sin esfuerzo”. Memorable fue esta excusa para no ir a un plató televisivo: “No puedo venir al plató porque estoy muy liado en casa en Cádiz, porque tenemos una fiesta, Carnavales”, dijo en una ocasión tras la retransmisión de un partido.

Un gaditano nace donde le da la gana

De Michael Robinson, ha dicho tras su muerte el mítico jugador amarillo, Pepe Mejías, (a la derecha, en la foto), que era "alguien sencillo, honrado y muy enamorado de Cádiz" destacando su sencillez, honradez y sobre todo su gran pasión, Cádiz y todo lo que la envuelve. “No se metía con nadie, vivía su vida y era un gran enamorado de Cádiz y del Cádiz CF. Un gaditano nace donde le da la gana y él lo cumplía a la perfección”.


Los Carranza, una saga aristócrata y franquista


Ramón de Carranza y Gómez-Pablos, marqués de Soto Hermoso quien da su nombre actual al estadio municipal, fue un empresario, marino y aristócrata gaditano que desempeñó un relevante papel en los primeros momentos del golpe de estado franquista. La conservadora familia Carranza se constituyó como una dinastía del poder local andaluz designado a dedo por Franco: Ramón de Carranza Fernández de la Reguera (padre) fue designado alcalde de Cádiz por Miguel Primo de Rivera (1927-1931) y nombrado alcalde y gobernador civil de Cádiz por Queipo de Llano (1936). Ramón de Carranza Gómez (hijo) fue designado alcalde de Sevilla por Queipo de Llano (1936-1938) y presidente de la Diputación Provincial de Sevilla (1946-1961). José León de Carranza Gómez (hermano) fue designado alcalde vitalicio de Cádiz (1948-1969). Todo un entramado local tejido por el franquismo en favor de la familia.


Muy ligado al sanguinario Queipo de Llano


El marqués de Soto Hermoso fue premiado por Franco con la Medalla Militar el 13 de octubre de 1936 En los fastos oficiales aparecía siempre con uniforme militar de Marina cerca del mayor represor del franquismo en Andalucía, el sanguinario general Queipo de Llano, con el que colaboró estrechamente. Se da la circunstancia de que Ramón de Carranza también fue presidente del Sevilla Fútbol Club.