Si en algo hay consenso entre los expertos es en que la Inteligencia Artificial va a transformar por completo el mercado laboral. Según datos del Future of Jobs Report de 2025, del World Economic Forum, destruirá en los próximos años 92 millones de puestos de trabajo, pero creará 170. Esto implica un crecimiento neto de 78 millones empleos para 2030

Estamos ante lo que se conoce ya como la quinta revolución productiva. "La evolución humana y su modo de vida siempre ha tendido hacia una facilitación de sus tareas", explica Fernando de Águeda, vicepresidente para el sur de Europa de la consultora tecnológica Scalian. "Cada avance tecnológico, desde la Revolución Industrial hasta la digitalización, ha supuesto la desaparición de ciertos trabajos, pero al mismo tiempo ha impulsado la creación y transformación de estos mismos, adaptando así el mercado laboral a nuevas realidades", expone. Algunas tareas desaparecen, pero surgen otras  centradas en adaptarse, supervisar y potenciar las nuevas herramientas. 

El ecosistema laboral está sufriendo una transformación global, pero nada va a ser de golpe, todo va a depender "de la madurez digital y de la capacidad de inversión de cada sector", explica este especialista.

De igual modo, también influirá la "capacidad disruptiva puntual de la IA, que, dentro de una constante de cambios, produce picos o aceleraciones del cambio". Así ocurrió con ChatGPT a finales de 2022, que actuó como catalizador y aceleró drásticamente la adopción y la inversión en tecnología, adelantando las proyecciones que existían previamente.

El poder de la automatización

Uno de los grandes 'poderes' de la Inteligencia Artificial radica en su capacidad de automatizar no solo tareas manuales, sino también tareas cognitivas y creativas. Así lo corrobora un estudio publicado en 2023 por la financiera Goldman Sach bajo el título The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth, que estima que la IA generativa podría automatizar el equivalente a 300 millones de empleos a tiempo completo. Sin embargo, también subraya que la mayoría de esos trabajos, unos dos tercios, no serían sustituidos por la Inteligencia Artificial, sino potenciados por ella. 

Esto supone que en la próxima década, los sectores que tienen un volumen muy alto de tareas repetitivas, procesamiento de datos y funciones administrativas son los que más se van a transformar.

En el caso de nuestro país, la compañía de recursos humanos Ranstad calcula que son cerca de dos millones los empleos que se verán impactados por este tipo de nuevas herramientas. Sin embargo, esta entidad también matiza que el 15,9% de los puestos de trabajo incrementarán su productividad gracias a la IA.

Menos administrativos, más programadores

En base a esto, en los próximos diez años los sectores que más destrucción neta de empleo sufrirán serán las actividades administrativas, con casi 148.000 puestos de trabajo menos, el comercio, la hostelería y el transporte y almacenamiento.

Por el contrario, habrá más trabajo en programación y consultoría, con más de 76.000 nuevos empleos, actividades profesionales, científicas y técnicas, telecomunicaciones y medios y publicaciones.

A estos dos grupos se suma un tercero, cuyos profesionales se liberarán de una parte de su carga de trabajo, la más rutinaria y repetitiva, lo que les permitirá centrar su tiempo en el contenido, la parte humana o la toma de decisiones. El ejemplo más claro es el de la medicina, donde los sistemas de análisis por imagen y la grabación de consultas (que libera al facultativo de transcribir la conversación in situ con el paciente) facilitan más tiempo para el análisis directo y empático, y la realización del diagnóstico.

Otro caso en el que la IA permitirá ganar mucho tiempo es el del derecho, donde se invierten muchas horas buscando jurisprudencia. La IA puede ofrecer una importante ayuda a este respecto, de manera que aumenta el tiempo para preparar la estrategia legal. 

Nuevos perfiles 

La irrupción de la IA en el merado laboral está generando nuevos perfiles centrados en desarrollar, supervisar y aplicar éticamente esta tecnología. Así ocurre con los especialistas en IA y machine learningcreadores y responsables del mantenimiento de modelos; los prompt engineers (ingenieros de prompts), expertos en comunicarse eficazmente con las IAs para obtener resultados óptimos; auditores de algoritmos y especialistas en ética de IA, profesionales que garantizan que los sistemas sean justos, transparentes y cumplan con la regulación; y supervisores de Sistemas Automatizados (Human-in-the-loop), personas que validan las decisiones de la IA en entornos críticos, como la revisión de calidad en una fábrica o la validación de un diagnóstico médico sugerido por una IA.

Pensamiento crítico e inteligencia emocional, valores insustituíbles

Los expertos, sin embargo, tienen claro que la máquina no sustituirá al hombre en determinadas cuestiones clave. "El pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos y la inteligencia emocional se revalorizan como las habilidades humanas insustituibles", destaca De Águeda, que subraya que, aunque la IA es una herramienta para analizar, "la estrategia, la empatía y la toma de decisiones finales seguirán siendo dominio humano”.

Actualizar las competencias

Lo que sí está claro es que al IA va modificar nuestro trabajo, de manera que se hace necesario una formación específica sobre la misma. "El objetivo no es únicamente aprender a utilizar la tecnología, sino comprender sus fundamentos, evaluar sus implicaciones éticas y desarrollar la capacidad de colaborar con ella de manera crítica", precisa este experto. 

Según las previsiones del Foro Económico Mundial, de aquí a 2030, cuatro de cada 10 trabajadores en España deberán actualizar sus competencias. El 79 % de las empresas se plantea formar a su plantilla en IA y el 68 % busca incorporar especialistas en la materia.

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