La pandemia ha demostrado ya, su grave influencia negativa en la salud mental de las personas. Según los expertos, el coronavirus nos ha obligado a enfrentarnos a una situación anómala y a mucha gente, esta adaptación les ha llevado a sufrir ansiedad, aislamiento, miedo, problemas de autoestima y depresión.
El aislamiento, los cambios de dinámicas, el miedo y las grandes alteraciones socioeconómicas son los principales factores desencadenantes de los problemas de salud mental. Los médicos consideran importante trabajar en una mayor concienciación e información social y en ayudas a la salud mental. El Centro de Investigaciones Sociológicas señala que la infancia, los adolescentes y los jóvenes, las mujeres y ancianos, inmigrantes y refugiados y los trabajadores en primera línea, son los más afectados por los trastornos mentales.
Uno de cada tres encuestados ha confesado haber sentido preocupación e intranquilidad y ha llorado durante el año de pandemia. Según los datos, el 23,4% de la población ha sentido mucho miedo a morir, y un 68,6%, miedo a la muerte de sus seres queridos. El 41,9% de los encuestados ha sufrido problemas de sueño, el 51,9% se ha sentido cansado o con poca energía y el 38,7% ha tenido dolores de cabeza u otros problemas como taquicardias, mareos o desmayos.
Un nuevo estudio asegura que los problemas de salud mental perdurarán tras el coronavirus, debido a los cambios en los objetivos personales, dinámicas familiares, roles laborales y estabilidad económica. La OMS recomienda incrementar la financiación en los servicios de salud mental ante la escasez de recursos y la alta demanda.