Nueve meses después de la terrible DANA que asoló muchos municipios valencianos el 29 de octubre de 2024, estas localidades siguen atentas a las previsiones meteorológicas con temor. "Estamos muy asustados con lo que pueda pasar", reconoce a ElPlural.com Josep Vicente Codonyer, vecino de Catarroja. Este urbanista lleva meses colaborando en las comisiones de Territorio, Urbanismo y Movilidad Sostenible de los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción (CLER) y ve con preocupación lo poco que se está avanzando para que una desgracia de estas dimensiones no vuelva a ocurrir.  "Hay obras de urgencia como son los colectores que no se están llevando a cabo", asegura, al tiempo que señala que buena parte del alcantarrillado está saturado. Pone como ejemplo su propio pueblo, donde se ha reparado una parte del sistema de aguas fecales que estaba colmatado de barro. Sin embargo, advierte, es "viejo y muy estrecho" y no está pensado para aguas pluviales. 

En este sentido, lamenta que, tanto la Diputación, como la Consellería tengan aún la mentalidad del s. XX y no estén pensando en la emergencia climática. Esto les lleva a hacer actuaciones contraproducentes, como "tapar zonas ajardinadas o de tierra que sirven de absorción de agua".

Del mismo modo, se están dando células de habitabilidad a viviendas de planta baja que no tienen piso arriba. "Se alquilan o se venden por un dineral plantas bajas que se acaban de reformar, pero ahí ha llegado el agua a dos metros de altura", alerta Condonyer, que recuerda que el PATRICOVA (Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana) aconsejaba, pero no obligaba, a que en esta zona las viviendas que se construyeran estuvieran a 80 centímetros sobre el nivel de la calle. "Ahora se ha visto que esto es insuficiente", precisa, recordando que "de los 25 muertos que hubo en Catarroja, la mitad perdieron la vida dentro de su casa y lo mismo ocurrió en Massanassa, donde lo hicieron 8 de los 12 fallecidos. "Las plantas bajas son una ratonera", enfatiza. 

Una solución global

Pero más allá de las medidas a corto plazo, sin embargo, desde los CLER se insiste en la necesidad de ofrecer una solución global. En este sentido, aunque reconocen que el Plan para la Recuperación y Mejora de la Resiliencia frente a las Inundaciones del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) incluye algunas propuestas adecuadas, aseguran que, al menos de momento, tal y como está planteado, resulta "insuficiente". 

"De momento es un avance de ideas que no están muy concretadas. Se indican zonas de inundación, dónde volcar el exceso de agua, la necesidad  de desviar el barranco del Poyo y el de la Saleta, etc, pero no se detallan muchas de las medidas, los plazos y los presupuestos", cuenta a este medio Condonyer. Los comités de las localidades arrasadas por el agua y el barro esperan que el proyecto final incluya las ideas que están presentando muchos grupos de expertos y las suyas propias, fruto del trabajo, a través de reuniones, mesas redondas y conferencias, con especialistas  en clima, hidráulica, emergencias, urbanismo, ecología e infraestructuras. 

Medidas a adoptar 

De toda esa labor, han salido un total de 11 medidas que los municipios afectados por la DANA piden al MITECO que se han includias en el plan y que son las siguientes:

  1. Eliminación del Circuito Ricardo Tormo y de los aparcamientos de diferentes compañías automovilísticas construidos en terrenos de dominio público hidráulico en esa misma zona: en este punto los comités insisten en la necesidad de recuperar como suelo agrícola inundable los terrenos de los cauces ocupados por industrias y edificaciones y de paralizar inmediatamente los nuevos proyectos industriales que se van a desarrollar junto a barrancos, como el caso del Parque Empresarial ‘Pont dels Cavalls’ en Aldaia.
  2. Concreción de las llamadas “medidas basadas en la naturaleza”, como la construcción de fajinas, azudes y estructuras de contención en barrancos y zonas inundables naturalizadas para retener el barro y la vegetación arrastrados por las avenidas. "Estas estructuras deben desbordar hacia zonas agrícolas", recalcan. En este sentido, también se propone fomentar la cobertura vegetal del territorio para facilitar la absorción del agua y evitar la erosión del suelo.
  3. Suspensión y prohibición legal de nuevas licencias de edificación en zonas inundables, al menos hasta que se disponga de nuevas normas de edificación y criterios de ordenación del territorio adecuados.
  4. Ampliación de la sección del barranco del Poio a su paso por Paiporta, Catarroja y Massanassa. Ante el nuevo escenario climático, proponen una reversión parcial y consensuada del suelo edificado, especialmente en las zonas más expuestas. Además, reclaman que se sustituyan los puentes, que actualmente actúan como barreras al flujo del agua.
  5. Construcción de colectores de pluviales dimensionados adecuadamente, que permitan canalizar las aguas superficiales hacia zonas de laminación con espacios naturalizados y tanques de retención bajo los aparcamientos de los polígonos comerciales e industriales. Los Consejos piden sustituir el asfalto y los pavimentos impermeables por materiales porosos que permitan la infiltración del agua.
  6. Transformación de la red ferroviaria en l’Horta Sud: las localidades arrasadas por la DANA quieren que se sustityan las vías actuales del tren entre el nudo ferroviario de Silla y el barrio de La Torre, que actúan como barrera artificial para el paso del agua y las personas, por un tranvía urbano o trolebús acompañado de un corredor verde para peatones y ciclistas.
  7. Creación de un bosque urbano lineal con huertas comunitarias entre la CV-400 y todas las poblaciones desde Albal hasta el barrio de Sociópolis, que ayude a absorber y frenar las aguas superficiales en futuras DANAs.
  8. Protección total de los terrenos de huerta, suelo rústico y marjal, evitando su urbanización y manteniéndolos como zonas naturales de amortiguación, drenaje y filtración.
  9. Reparación de la presa del embalse de Buseo: los comités solicitan que se traspasen sus competencias de gestión y mantenimiento a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
  10. En Pedralba, instan a la Diputación a renunciar al proyecto de variante sur, que atraviesa de forma transversal el Parque Natural del Túria.
  11. Instalación de sistemas de detección de caudales de agua en todos los ríos, ramblas y barrancos del País Valenciano y sus afluentes: en este último punto, proponen dotarlos de un sistema de alerta temprana con mantenimiento garantizado y transmisión de datos fluida y accesible también para la población.

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