FACUA-Consumidores en Acción ha pedido al Ministerio de Agricultura la implantación de un modelo de doble etiquetado, que ofrezca información a los consumidores sobre el precio en origen de los productos, además del de venta al público, permitiéndoles conocer bajo qué condiciones y cuánto se está pagando a los productores y así fomentar una compra informada y responsable.

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, en declaraciones a ElPlural.com, ha comentado que han trasladado esta iniciativa al ministro de Agricultura, Luis Planas. Sánchez traslada que el ministro aboga por que haya más transparencia en la compra-venta. ''Lo que queremos es que en los próximos días, el ministro aterrice con un anuncio regulatorio concreto'', comenta Sánchez. ''Es obvio que, a todas las personas que estamos a favor de la trasparencia, podamos saber si en el alimento que estamos comprando hay un altísimo índice de especulación o veamos que el agricultor se está llevando una parte razonable de dinero''. Lo que quiere conseguir FACUA con esto es que haya un compromiso regulatorio en toda regla, no una declaración de buenas intenciones. ''La última palabra la tiene el ministro. Si el ministro no hace nada al respecto, pondremos de manifiesto que es la única iniciativa que se puede llevar a cabo para que el consumidor final vea el precio real, ya que los precios no se pueden intervenir porque existe un mercado libre. Si una persona ve el precio irrisorio que se le está pagando al productor de ese alimento, dejará de comprarlo en ese sitio para ir a un sitio que de verdad pague un precio razonable a ese agricultor''. 

A parte de esta propuesta, también han trasladado al ministro la idea de potenciar los canales cortos de venta, es decir, que el agricultor pueda vender directamente a la persona que lo va a consumir o que venda el producto a un comercio minoritario para que este pueda venderlo al consumidor final. Con esto ''se reducirían los intermediarios, que son lo que hacen que el precio que se paga por el producto se abarate con respecto al precio que paga el consumidor final en cualquier supermercado'', cuenta el portavoz de FACUA. 

De esta forma, se recuperaría el equilibrio en un modelo demasiado escorado actualmente hacia las grandes superficies, que deja poco poder a los productores, que no pueden elegir a quién y bajo qué condiciones venden su mercancia. Esto, además, también limita la libertad de los consumidores, que no tienen auténticas opciones de compra ni pueden saber las condiciones en que se ha negociado la intermediación.

Otra de las ideas que propone Rubén Sánchez, es la acotar los horarios comerciales. es decir, que las grandes superficies no puedan abrir el domingo. ''Lo que nosotros queremos es que las grandes superficies no tengan libertad de horario porque de esta forma los pequeños comercios no pueden competir''. Rubén insiste en este tema porque cuanta más restricción de horarios exista, mayor competencia podrán realizar los pequeños comercios, que son, a parte de los agricultores, los que sufren. 

Los agricultores respaldan a FACUA

ElPlural.com se ha puesto en contacto con la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y desde esta organización han valorado positivamente la iniciativa de FACUA. ''Es una aportación interesante, aunque no sea innovadora. Nos parece positivo que FACUA se ponga del lado de los agricultores y ganaderos''. Apoyan la idea como ''un mecanismo de concienciación de la población'', pero comentan que ''la clave es que se pague un precio justo a los agricultores y a los ganaderos''. 

Desde UPA, ven con buenos ojos esta iniciativa, pero ''no lo ven como una solución a largo plazo''. Es una iniciativa ''para desenmascarar los abusos que realizan las grandes empresas, porque aporta trasparencia a los consumidores''. Si el consumidor tuviera toda la información del producto que está comprando, según FACUA, su opinión con respecto a los productos cambiaría radicalmente. UPA está muy cerca de esto porque, según encuestas, dicen que los consumidores están dispuestos a pagar más por la comida si la calidad es buena y, sobre todo, si es de origen español. ''Esto es lo que tiene que concienciar a la dsitribución, de que su obsesión con los bajos precios es absurda. Porque la gente está dispuesta a pagar un precio justo siempre que los agricultores tengan un precio justo.