El cambio climático, ya muy presente en nuestra sociedad y con diversas consecuencias en diferentes áreas, no afecta solo al planeta y a los humanos, sino también a los animales y a sus patrones de conducta. Como cada año, con la llegada del calor y del verano, los expertos advierten de la llegada simultánea de plagas de insectos que ven sus ciclos de vida alterados por los cambios de temperaturas.
Sin embargo, todo apunta a que estas advertencias se multiplican este año dadas las condiciones climáticas que se vienen sufriendo desde hace meses. Así, expertos en la materia señalan cómo las plagas ya se han adelantado, lo que ha obligado a que los planes de contención se inicien también bastante más pronto que otros años. De hecho, en el caso concreto de las cucarachas, las medidas de control, que normalmente se inician en junio, este año empezaron en abril. Y es que no solo se adelantan, sino que también prolongan su duración. Andreu Garcia, vicepresidente y portavoz de la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (ADEPAP), señala que “desde hace un par de años, la temporada de plagas se alarga, y este 2024 continúa esta tendencia a la desestacionalización. Las plagas están presentes durante más meses del año”.
¿Por qué hay más plagas?
Garcia señala que el principal factor desencadenante de esta proliferación de las plagas es el aumento de las temperaturas. Con esto, los ciclos biológicos de las especies se adelantan, lo que se traduce en mayor número de reproducciones y, por lo tanto, mayor número de insectos.
Además de esto, señala también que hay un factor cada vez más presente entre aquellos que favorecen las aparición y multiplicación de estas plagas como es la resistencia a los productos biocidas, de manera que las especies se hacen cada vez más resistentes a estos, y es más difícil acabar con ellas.
¿Qué plagas habrá este verano?
De todas las especies que año tras año invaden calles y hogares, hay una que sobresale y es la cucaracha, especialmente la americana, grande y marrón. Entre otras, también destacan las orientales, que son negras, y las alemanas, pequeñas y frecuentes en cocinas restaurantes. Garcia ha señalado al respecto: “Llevamos más de dos meses combatiendo plagas de cucarachas de alcantarillado, y todo indica que seguirán apareciendo en gran número este verano”.
Por otra parte, otra de las especies conocidas y recurrentes es el mosquito tigre. Este se reproduce en acumulaciones de agua, lo cual explica que las lluvias que se dieron a finales de abril y principios de mayo hayan propiciado su aparición y facilitado su reproducción. De manera similar, el mosquito común se prevé que se concentre en zonas donde hay agua cerca de ríos, lagos o estanques.
Y si hay algo que se ve especialmente incrementado durante el verano, son los viajes y los desplazamientos a otros países. En este contexto, los chinches encuentran su lugar perfecto en ropa y maletas.
Algo similar sucede con las garrapatas, sobre las que los expertos están poniendo este año especial atención. De hecho, en Barcelona y Tarragona ya se han detectado varias plagas, concretamente de la especie Hyalomma Iusitanicum. No obstante, Garcia señala que “ninguno de los individuos de esta especie analizados en Cataluña era portador del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo”.
Nuevas amenazas
Más allá de estas especies, que se suelen repetir cada año, los expertos advierten de que durante los próximos años se podrían producir plagas de otro tipo de insectos como son la cucaracha de banda marrón, que ya está presente en Cataluña; la cucaracha del Trukistán; y el mosquito de la fiebre amarilla.