Los jóvenes salen cada vez más a estudiar al extranjero y lo hace a edades más tempranas. Así lo subrayan desde la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (ASEPROCE), que confirma que los destinos estrella siguen siendo Estados unidos, Reino Unido e Irlanda.

El motivo fundamental es aprender inglés, aunque también se valora de la experiencia la oportunidad que ofrece de ganar autonomía y conocer otras culturas.

A pesar de que la opinión de los españoles sobre EEUU desde que Donald Trump retomó la presidencia ha empeorado en gran medida, este sigue siendo el destino que mayor atracción despierta. Los programas de verano y los intercambios escolares siguen creciendo, especialmente en la Costa Este.

Otro de los los países a los que más viajan nuestros estudiantes es Reino Unido. Ni el Brexit, ni las últimas regulaciones, han mermado el atractivo de este destino, que destaca por su amplia oferta de cursos, la calidad de sus centros y su atractivo cultural.

Irlanda, por su parte, se consolida en tercera posición por su cercanía, seguridad y calidad de vida, mientras Canadá gana terreno por su enfoque educativo y su reputación como país seguro y multicultural.  

Aumenta el interés por el alemán y el francés 

Si bien, aprender inglés sigue siendo la razón que mueve a miles de estudiantes a salir del país cada año, está aumentando también el interés por otras lenguas europeas como el alemán y el francés.  En estos países existen programas de idioma o culturales que ofrecen opciones universitarias, prácticas, voluntariado o experiencias de inmersión profesional. Estos destinos, precisamente, están cada vez más valorados por  su combinación de formación y experiencia práctica.

Entre los jóvenes universitarios también está aumentando el interés por Malta y los Países Bajos, de los que se valora su ambiente internacional, sus programas de corta duración y su estructura de enseñanza en inglés. Su popularidad refleja una tendencia hacia experiencias más flexibles y de menor duración antes de los estudios superiores completos.

Más allá del idioma

“Cada vez más familias entienden que estudiar en el extranjero no es solo aprender un idioma: es adquirir habilidades que marcan la diferencia en el futuro académico y profesional”, defiende Pablo Martínez de Velasco Astray, presidente de ASEPROCE. En este sentido, recuerda que, además de aprender otra lengua, los jóvenes viven una experiencia internacional enriquecedora, desarrollan su autonomía y crecimiento personal, y potencian sus oportunidades de empleabilidad futura.

Estudiantes cada vez más jóvenes 

Pero los estudiantes españoles no solo salen más, sino que lo hacen antes. Los trimestres escolares en el extranjero de adolescentes de entre 12 y 16 años han registrado un notable crecimiento, mientras que los jóvenes universitarios optan por programas combinados de idiomas y experiencia profesional.

Planificar y comprobar

Desde la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero recuerdan a quienes quieren salir a estudiar fuera del país que es muy importante planificarlo con antelación, especialmente en el caso de los programas de verano o de los países que requieren visado. Otro aspecto clave es comprobar que la agencia esté acreditada por ASEPROCE, lo que garantiza calidad, seguridad y asistencia durante toda la estancia.

A la hora de elegir el destino, recomiendan tener en cuenta cuál es el principal objetivo, si el perfeccionamiento del idioma, la inmersión cultural, la formación profesional o la preparación académica.

“La educación internacional ya no es un lujo, sino una inversión en el futuro", subraya Martínez de Velasco, que concluye: "España vive un momento de apertura educativa y nuestros jóvenes lo están aprovechando”.

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