Nuevo intento del Partido Popular para intentar cerrar la investigación que le tiene abierta el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid por el borrado de los discos duros de su extesorero Luis Bárcenas.

La actual tesorera del partido, Carmen Navarro, su representante legal Alberto Durán y su jefe de informática José Manuel Moreno, han solicitado a la jueza titular, Rosa María Freire, que archive la causa “los ordenadores no contenían ninguna información relevante”.

El PP no sólo admite que borrase los ordenadores que Luis Bárcenas tenía en la sede del partido, sino que también defiende que haber borrado los discos duros 35 veces y haberlos roto, rayado y tirado a la basura “no sólo era una obligación legal, sino que es una buena práctica en materia de seguridad”.

Además, desde el Partido Popular añaden que “el formateado de los datos no sólo resulta de sentido común, sino que viene impuesto por la propia Ley y por las buenas prácticas y recomendaciones del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Observatorio Inteco), dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Gobierno”.

Estaban vacíos

Incluso habiendo llevado a cabo esta escrupulosa destrucción de los discos duros de Bárcenas, el PP, imputado por un delito de daños informáticos y otro de encubrimiento como persona jurídica, dice que estaban “vacíos” y que “no hay móvil o razón para sostener que los aquí investigados destruyeran unos discos duros con el objeto de destruir pruebas”.

En su declaración en febrero, la actual tesorera Carmena Navarro también defendió que los terminales se encontraban vacíos, pero que los responsables del partido no ordenaron su borrado.

Bárcenas dice lo contrario

Esta versión del PP choca directamente con la defendida por su extesorero, Luis Bárcenas, el cual asegura que los dos portátiles guardaban información relevante de la presunta Caja B del Partido Popular.

Personado como testigo y acusación en la causa, el extesorero insiste en que había tablas con anotaciones contables, recibís, incluso documentos de sus cuentas en Suiza y capturas de pantalla de correos comprometedores para altos cargos del PP.

Ante esto, el partido conservador carga una y otra vez contra Bárcenas, recordando que “no reclamó jamás una copia de los supuestos documentos o archivos que pudieran contener los ordenadores”.