Según los datos del Ministerio de Trabajo, entre 2021 y 2025, España ha registrado un crecimiento del 125% de las bajas laborales relacionadas con acoso dentro de las empresas, lo que pone de manifiesto, advierten los expertos, que ya no se trata de una cuestión aislada. Los datos tampoco son nada alentadores si nos fijamos en el estudio 'Experiencias de violencia y acoso en el trabajo', que revela que más de uno de cada cinco empleados ha sufrido alguna forma de acoso en su vida laboral; o en otra investigación reciente de la Fundación la Caixa, llevado a cabo por el Grupo de Investigación Cármides (Universidades de Málaga y Sevilla), que señala que aproximadamente el 30 % de los empleados están en riesgo medio-alto de sufrir este problema. 

¿Qué es acoso laboral?

El acoso laboral se basa en una serie de conductas hostiles, sistemáticas y repetidas en el tiempo hacia un trabajador con intención de intimidar, degradar, aislar o desestabilizar su situación profesional. Es vertical, si proviene de superiores jerárquicos y horizontal, si el acosador es un compañero con igual categoría, e, incluso, puede darse por parte de subordinados. El mobbing puede consistir en humillaciones, aislamiento, asignación de tareas imposibles, exclusión, rumores, críticas continuadas, etc

Una asignatura pendiente 

En España,  el acoso se enmarca en el ámbito de los riesgos psicosociales y desde el año 2023, el Convenio 190 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), regula la violencia y el acoso en ese ámbito. Sin embargo, muchas compañías todavía no han adoptado sus protocolos o no los aplican con rigor. A partir de este año, además, las empresas que superen los 50 empleados deberán integrar el protocolo dentro de su Plan de Igualdad, lo que va a elevar las exigencias legales. 

El incremento de casos de acoso laboral tiene importantes repercusiones, pues "no solo tiene un impacto directo sobre la salud mental y el bienestar de las personas trabajadoras, sino que también genera importantes costes sociales y económicos para las empresas y el conjunto del tejido productivo", advierten desde el  Grupo SPEC.

Detrás de cada caso, precisan, "hay dinámicas silenciosas que muchas veces pasan desapercibidas o no se denuncian a tiempo", porque los trabajadores temen represalias, sienten vergüenza o no creen en los mecanismos internos. 

Las mujeres suelen denunciar más, pero también sufren más acoso sexual o por razón de sexo. De hecho, se calcula que en nuestro país, el 28% de las mujeres entre 16 y 74 años han sido víctimas de acoso sexual en el entorno laboral alguna vez. 

Cómo prevenirlo

Para prevenir el mobbing laboral, los expertos aconsejan un enfoque integral del problema, que pasa por hacer un diagnóstico de la cultura organizativa y el clima laboral; diseñar y actualizar los protocolos de acoso, que han de estar alineados con el Convenio 190 y la actual normativa española; y ofrecer formación continuada a directivos, mandos intermedios y equipos, con el fin de identificar señales, intervenir con asertividad y fomentar la empatía. Asimismo, aconsejan crear canales seguros, confidenciales y externos para denuncias, con seguimiento transparente; y hacer una evaluación periódica y auditorías externas para asegurar el cumplimiento y ajuste de los protocolos. 

"El compromiso de las compañías con la prevención del acoso no puede quedarse en el papel. Implantar protocolos efectivos y formar a los equipos no solo es una obligación legal, sino una inversión de bienestar, productividad y reputación corporativa", concluyen desde el Grupo SPEC.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover