La aplicación de la nueva Ley de Memoria Democrática comienza a surtir efectos en aspectos tales como la simbología franquista. Una de las primeras consecuencias de la aplicación de la norma, que entró en vigor el día 21 de octubre del pasado año, fue la salida de la basílica sevillana del genocida general Gonzalo Queipo de Llano y su esposa. La tumba del sanguinario militar franquista ocupó un lugar preeminente en el interior del popular templo sevillano durante 71 años.

Ahora llega el momento para que las distintas localidades que poseen denominaciones alusivas al franquismo, limpien de su nombre tan deshonrosos e infames calificativos.

Tras la aplicación de la ley, la localidad toledana de Alberche del Caudillo, ha eliminado la referencia al dictador de su nombre. La entidad local menor ha dado comienzo al procedimiento en cumplimiento de la norma memorialista. De esta manera, la localidad se ha convertido en el primer pueblo de España en modificar definitivamente su nombre, eliminando así cualquier alusión franquista. Tras la finalización del expediente administrativo pertinente, la localidad castellano manchega se llamará simplemente Alberche, quitando el nombre del Caudillo de su denominación. Alberche del Caudillo es una entidad de rango inferior al municipio, dependiente del municipio de Calera y Choza con una población de 1.717 habitantes.

La “socialista ley”, según la alcaldesa del PP

Se trata de un ayuntamiento presidido por una alcaldesa del Partido Popular. Este detalle ideológico se percibe en el texto del comunicado a través del cual ha hecho pública la decisión. “Se sirva admitir el presente escrito procediendo a iniciar procedimiento legal dentro del Ayuntamiento de Alberche del Caudillo, y proceda la redefinición inmediata del nombre del municipio, y adopte las medidas de restablecimiento de la legalidad, todo ello de conformidad con lo establecido en la socialista Ley de Memoria Democrática”. Lo de la “socialista ley” suena a una ironía que ha transmitido la popular en la nota de prensa.

10 municipios con nombre del dictador

Pero serán más consistorios lo que, obligados por la ley, casi 10 en toda España, deberán hacer lo mismo que Alberche. Estos ayuntamientos tienen plazo de tres meses para cambiar su denominación. Si hicieran caso omiso a la advertencia, estos se enfrentarán a una multa que oscila entre dos mil y diez mil euros. 

Franco y el Caudillo en pueblos

Aún queda otro pueblo con el “suplemento” del “Caudillo”. Se trata del municipio de la provincia de Ciudad Real, Los Llanos del Caudillo. También se hallan con el calificativo del dictador las pedanías Villafranco del Guadiana en Badajoz y de Villafranco del Guadalhorce en Málaga.

De Alcocero de Mola a Quintanilla de Onésimo

Pero la ley también se aplicaría a otras localidades que cuentan con apellidos de generales y dirigentes falangistas como Alcocero de Mola en Burgos, Quintanilla de Onésimo en Valladolid o San Leonardo de Yagüe en la provincia de Soria. Otras denominaciones que estarían fuera de la ley son localidades renombradas por el régimen de Franco como Numancia de la Sagra en Toledo, Cabacés en Tarragona, Rialp en Lleida, y Capmany y Lladó, ambas localidades de Girona.

Denuncias de Eduardo Ranz

Anteriormente, otros pueblos no esperaron a la nueva Ley y voluntariamente cambiaron su nombre. En buena parte fue gracias a la iniciativa y lucha del abogado Eduardo Ranz. Este letrado especialista en memoria democrática, llegó en su lucha a denunciar a ocho alcaldes por incitación al odio. Para Ranz, el mantenimiento de estas denominaciones locales supone “una ofensa al homenajear a protagonistas de una dictadura”. El abogado mantiene que es una ofensa para las familias de víctimas “que un municipio sostenido con los impuestos de los ciudadanos homenajee a quienes que ordenaron la ejecución de sus padres, tíos o abuelos”.