El rey emérito Juan Carlos I reapareció este sábado en Sanxenxo (Pontevedra) para entregar el trofeo de vela que lleva su nombre a los ganadores del último Campeonato del Mundo de la clase 6 Metros. La cita, celebrada en el Real Club Náutico de la localidad, ha coincidido con el revuelo provocado por la inminente publicación de sus memorias, un asunto sobre el que el exmonarca ha evitado pronunciarse pese al interés mediático. Ante las preguntas de los periodistas, se ha limitado a comentar que “hace un día estupendo”, sin entrar en cuestiones relativas al libro ni a la situación de la Casa Real.
El acto comenzó alrededor de las 20:30 horas, cuando Juan Carlos I llegó al club náutico para participar en la ceremonia de entrega de los galardones logrados por los equipos españoles en el Mundial celebrado en Nueva York. Tras descender del vehículo que le trasladaba, saludó brevemente a la prensa antes de dirigirse al interior, manteniendo en todo momento un perfil bajo ante la batería de preguntas sobre su vida privada, sus memorias o el reinado de Felipe VI.
La entrega de trofeos incluía la Copa Rey Juan Carlos, destinada al campeón del mundo, y el Trofeo Lucie, que distingue a la mejor regatista femenina de la competición. Ambos galardones quedarán depositados en el Real Club Náutico de Sanxenxo, que ejercerá de custodio hasta la próxima cita mundialista de la clase 6 Metros, prevista para 2027. La tradición de esta clase internacional marca que el club del equipo vencedor mantenga el trofeo hasta la siguiente edición.
Alicia Freire, ganadora del Trofeo Lucie en Nueva York, acudió acompañada por miembros de la tripulación del ‘Titia’ para entregar formalmente el reconocimiento a Sabela Domínguez, en representación de la junta directiva del RCNS. La Copa Rey Juan Carlos, una pieza de plata de diseño ornamentado cedida por el propio emérito a la clase 6 Metros, también fue presentada oficialmente durante el Mundial celebrado el pasado verano en Estados Unidos.
Polémicas memorias
La presencia de Juan Carlos I en Sanxenxo coincide con un nuevo capítulo de atención mediática motivado por el lanzamiento de sus memorias, editadas en Francia por la editorial Stock, cuyos adelantos han generado debate político y social en España. La publicación ha reactivado el interés por la figura del emérito, mientras él mantiene un discurso distante respecto a las cuestiones que rodean su legado y su relación con Felipe VI.
Antes del acto, el exjefe del Estado había salido a navegar por aguas de Sanxenxo, fiel a su afición y habitual costumbre en sus estancias en Galicia. Sin embargo, no lo hizo a bordo del ‘Bribón’, su embarcación de referencia, sino en un barco de apoyo. El motivo es el retraso registrado esta semana por el portacontenedores ‘MSC Kayla’, que transporta el ‘Bribón’ desde Estados Unidos hasta el puerto de Vigo. El barco, afectado por las malas condiciones meteorológicas, se encuentra actualmente en Gijón, lo que ha impedido que el emérito pudiera participar con su tripulación habitual.
Pese a estas circunstancias, Juan Carlos I ha mantenido su agenda en Sanxenxo, donde acostumbra a pasar temporadas centradas en la vela desde que se trasladó a Abu Dabi en 2020. Su presencia vuelve a situar a la localidad pontevedresa como uno de sus puntos de referencia, mientras su figura continúa rodeada de controversia en España a raíz tanto de las investigaciones pasadas como de los pasajes más polémicos de las memorias que está a punto de publicar.
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