Decenas de afectados con estafas de hasta 90.000 euros. Casas destrozadas sin que se ponga un solo ladrillo. Un carrusel de empresas que aparecen y desaparecen convenientemente para engañar a nuevos clientes. Cláusulas contractuales abusivas. Toda esta serie de problemas y más son los que han tenido que sufrir los afectados por el mal hacer de Arquitectura Ponderada Andalucía, una sociedad que ha engañado a decenas de personas en Almería y Granada antes de desaparecer para evitar toda responsabilidad.

La denuncia, a la que ha tenido acceso ElPlural.com, expone al detalle el modus operandi de esta empresa, que deja ver claras intenciones dolosas en su proceder. "Los denunciados, a través de su entramado empresarial, se dedican a la prestación de servicios de ejecución y dirección de proyectos de obras de construcción de cualquier tipo de inmuebles, comprometiéndose esencialmente a hacer reformas en viviendas. Valiéndose de una apariencia de solvencia y confianza de la marca comercial ALTIA (dominio web que ya no está disponible), a través de la que se publicitan (aun cuando la titularidad de la marca va pasando por las distintas Sociedades que los denunciados van constituyendo y liquidando constantemente), ofrecen unos presupuestos con una apariencia de solvencia, enviando al inicio de las reformas, a través de subcontratas, un equipo de albañiles a los inmuebles encargado de los trabajos de demolición interior de la vivienda. Así, con un calendario de pagos que suponía prácticamente el pago por adelantado de la cuantía inicialmente acordada, daban la credibilidad de avanzar el trabajo, con la demolición del interior de la vivienda. Sin embargo, cobrados los últimos plazos, proceden al cese de la actividad y posterior extinción de la sociedad, despidiendo a los trabajadores, abandonando las obras, y dejando a las víctimas sin la obra ejecutada y sin poder recuperar el dinero entregado", arranca exponiendo el escrito.

A continuación apunta: "Para lograr su objetivo, los denunciados, previa, simultánea o paralelamente, constituyen nuevas sociedades con el mismo objeto social, iniciando de nuevo la misma actividad con nuevos clientes a quienes se les ofrece los mismos servicios de obras o reformas, repitiendo el mismo patrón para todos los afectados. La situación se agrava mucho más, en tanto que con el modus operandi de los denunciados, para crear confianza en las víctimas, comenzaban la obra con la demolición del interior de la vivienda, que es la fase que menos inversión económica requiere, pero que, con ello, se incrementan enormemente los perjuicios a las víctimas al no poder usar de ningún modo lo que constituye su vivienda habitual".

"En alguno de los casos, las víctimas ni siquiera han podido acceder a su vivienda habitual, ya que al contratar lo que debía haber sido la reforma justamente tras haberla adquirido, se pasó inmediatamente a la demolición interior, sin haberse podido mudar al inmueble. En resumen, el modus operandi de los denunciados es siempre el mismo: a la firma del contrato se realiza una importante entrega de dinero, junto con un calendario de pagos constantes posteriores en plazos muy cortos que supone que la obra esté prácticamente abonada en casi su totalidad, antes de iniciarse los trabajos en algunos casos, o al inicio de la obra (con la demolición); sabiendo los denunciados, en todo caso, que no la van a ejecutar, abandonándola con unos acabados desastrosos", señala la denuncia. 

Reincidencia en la estafa y desaparición

Asimismo, el texto recoge que "el abandono es tramado con una apariencia de solvencia que generaba confianza en los contratantes, aunque los denunciados eran conscientes desde el principio que no iban a cumplir la contraprestación pactada con la firma del contrato de reforma integral de la vivienda. De este modo, con una inicial apariencia de formalidad, tras generar confianza en los denunciantes, éstos procedían al cumplimiento del calendario de pagos que, en la práctica, se convertía en un pago por adelantado. Una vez demolido el interior de la vivienda a reformar, los denunciantes usaban deliberadamente la paralización de las obras como mecanismo para presionar a los contratantes para conseguir el cumplimento de los pagos restantes, hasta el cobro por adelantado de la práctica totalidad del importe acordado. La empresa, amparándose en la cláusula abusiva que permitía la paralización inmediata de las obras en caso de impago de alguno de los plazos acordados, ha utilizado esta herramienta para incrementar el perjuicio económico sobre los clientes. Por tanto, la actuación fraudulenta de los denunciados se basa en mantener a los clientes atados a compromisos de pago, mientras que el avance de las obras era mínimo o inexistente, induciendo a los clientes a seguir realizando abonos por miedo a que, si no lo hacían, perderían lo ya invertido".

El fraude llega a su fin el 27 de septiembre de 2024, cuando la empresa cesa repentinamente su actividad tras percibir sus dos últimos cobros. En esta fecha, la empresa realizó un despido masivo en su plantilla, entre ellos los arquitectos y responsables de la dirección de las obras contratadas por los ahora denunciantes, dejando abandonados todos los proyectos en curso y a los clientes en una situación de completa indefensión. "En este sentido debemos indicar que los denunciados tenían contratados a arquitectos y arquitectos técnicos en el régimen general por cuenta ajena, siendo despedidos individualmente, con el fin de acudir al posterior concurso de acreedores, sin tener que utilizar la vía del expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) con suspensión temporal de empleo o en su caso, el expediente de regulación de empleo (ERE). Además, los denunciados contratan a las empresas de albañilería mediante subcontratas, dejando impagados a éstos y restantes proveedores a partir de ese mismo día, 27 de septiembre. [...] El resultado es que, de acuerdo con el calendario de pagos que incorporaban en todos los contratos, tras haber conseguido los pagos fijados para el 25 de septiembre, con toda la frialdad de ánimo, cesa de hecho toda la actividad de la empresa, con la paralización de todas las obras", sentencia el texto.

El grueso de los afectados, según exponen los abogados a ElPlural.com, se encuentra en Almería y Granada, centros principales de operaciones de Arquitectura Ponderada Andalucía. En origen, la actividad empresarial nació en la primera provincia citada, y más adelante, ante la previsión de su volumen de negocio falso, decidieron abrir una segunda sucursal en Granada con la que continuar con las mismas artimañas.