La presencia de la Secretaria General del SUP, el principal sindicato policial, en la manifestación de PP, Ciudadanos y Vox en la Plaza de Colón de Madrid hace una semana sigue dando de qué hablar. Mónica Gracia Sánchez no dudó en mostrar su apoyo a la concentración y lo hizo haciendo uso de su cargo y con la bandera del sindicato que representa.

Son muchos los integrantes del cuerpo que han criticado su posicionamiento, que atenta, según  dicen, “contra la neutralidad política y la imparcialidad” que establecen las leyes y códigos de conducta de la Policía Nacional siendo, además, una clara demostración de “la politización de la policía”.

Contra su actuación han alzado la voz otras organizaciones sindicales como UFP-CEP y la Agrupación Reformista de Policías (ARP), así como representantes sociales como Paco Moreno, sindicalista de CCOO, que ha asegurado sentir “una profunda decepción” al ver la imagen de los miembros del SUP con Santiago Abascal.

El propio Director General de la Policía, Francisco Pardo, expresó a la Secretaria General del SUP su disconformidad con la postura del sindicato. Gracia se defendió insistiendo en la “neutralidad e independencia” de la organización, y argumentó que “dijeron en todo momento que eran apolíticos” y que “iban con la idea de defender el trabajo de los policías en Cataluña frente a los ataques del Gobierno de Quim Torra”. “Nadie en el Gobierno rechazó los 21 puntos que planteó, que incluía ataques al trabajo policial”, esgrimió.

Sucesora del polémico Sánchez Fornet

Mónica Gracia llegó a la secretaría general del SUP en el año 2013 de la mano de su predecesor en el cargo, el polémico José Manuel Sánchez Fornet. La suya fue la única candidatura. En el X Congreso Nacional del Sindicato, celebrado en Madrid, consiguió el 94,2% de los votos. De este modo se convirtió en la sucesora de un Sánchez Fornet que pocos días antes fue sancionado por haber hecho público el conocido como “informe fantasma”, los presuntos documentos de la UDEF en los que se denunciaba que Jordi Pujol y su familia, así como Artur Mas, habrían evadido decenas de millones de euros que estarían depositados, supuestamente, en paraísos fiscales y cuentas en Suiza.

Con él, Gracia había compartido más de dos décadas como liberada. Antes de llegar al máximo cargo del sindicato, esta barcelonesa fue secretaria de Organización y vicesecretaria general. En ese tiempo ascendió en dos ocasiones, primero a oficial y después a subinspectora. 

Cuando Gracia hablaba de “policía politizada”

En una entrevista concedida al diario 20 minutos cuando alcanzó el cargo de secretaria general del SUP, Mónica Gracia, a la pregunta de si la policía estaba politizada respondía señalando que “hay un problema endémico”. Además, también añadía que “los gobiernos nunca han buscado los mejores profesionales dentro de la Policía. Hay que olvidarse de los partidos y velar porque los ciudadanos estén bien protegidos con los mejores profesionales. No puede ser que con cada Gobierno cambie toda la Junta de Gobierno de la Policía”.  

Cambio de rumbo

La labor de Gracia al frente del SUP, no obstante, ha estado en más de una ocasión cuestionada. Once meses después de la llegada de ésta a la Dirección General el propio Sánchez Fornet renunció a la presidencia de honor por discrepancias con ella a raíz del cese del portavoz José María Benito.  

Tiempo después, en el verano de 2017 se evidenció la tensión interna existente en el SUP. Fuentes sindicales señalaban como responsables a la secretaria general, y a la que algunos consideraban su alter ego, Pilar Olalla, inspectora jefe en segunda actividad que fue profesora y tutora de Mónica Gracia en la Academia de Ávila cuando ésta ingresó en la Policía.

El sindicato estuvo en el punto de mira tras darse a conocer las razones que llevaron al antiguo responsable de Finanzas, Miguel Ángel Fernández, a dejar su cargo dos años antes: un desequilibrio en los balances a partir del regalo de una tablet en las elecciones sindicales de 2015.

“El SUP está regido con mano de hierro por un núcleo muy reducido en torno a la secretaria general”, decían entonces algunas voces dentro del sindicato. Hablaban ya de una deriva de sumisión del mismo hacia la Dirección General de la Policía y el Ministerio del Interior,  bajo el mandato de Jorge Fernández Díaz, poniendo como ejemplos de la misma la retirada del SUP de la querella como acusación popular en la denuncia del ático del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en Marbella, o el apoyo del sindicato a la Ley Mordaza.

Pese a todo Gracia fue reelegida ese mismo año con el 94, 8% de los votos en el XI Congreso Nacional en Toledo.