París se ha convertido en el destino europeo más popular entre los españoles que eligen viajar en tren de alta velocidad durante el verano. Así lo indica un estudio de la compañía francesa SNCF Voyageurs y su red internacional TGV INOUI, que analiza las preferencias de los usuarios en esta época del año.
Según el informe, más de la mitad de los encuestados (53%) menciona a la capital francesa como su destino internacional de proximidad favorito. Le siguen otros lugares como Milán y el norte de Italia (48,4%), Lisboa (45,6%) y el sur de Francia (45,5%).
El tren gana terreno frente al avión y el coche
El tren de alta velocidad se está consolidando como la alternativa preferida para los desplazamientos estivales, especialmente entre parejas. Cuatro de cada diez españoles (40,8%) dicen haberlo elegido para viajar en pareja, aunque también es una opción común para desplazarse con amigos (23,9%) o visitar a la familia (22,5%).
Los usuarios valoran del tren aspectos como la comodidad, la sostenibilidad y la reducción del estrés frente a otros medios de transporte. Al compararlo con el avión, destacan su precio competitivo (5,34 sobre 7), la comodidad del trayecto (5,23) y un tiempo total de viaje similar (5,09). También se mencionan su menor impacto ambiental (4,83), la flexibilidad de horarios (4,82) y la tranquilidad que ofrece (4,79).
Frente al coche, el 50,1% de los encuestados elige el tren por la comodidad y la posibilidad de viajar más relajados. Un 37,3% destaca su rapidez, y un 33,5% lo considera más ecológico. Además, muchos lo prefieren por evitar atascos y por el ahorro en combustible y peajes.
De cara al futuro, los viajeros tienen claras sus prioridades: reducir los precios (67,9%), aumentar las conexiones directas (55,9%) y ampliar los horarios disponibles (46,3%). Otras peticiones incluyen trayectos más cortos (35,7%), información más clara (32,2%) y mayor facilidad para comprar billetes (27,8%). El estudio apunta a un cambio de hábitos en los viajes de media distancia, con el tren ganando presencia como medio cómodo y funcional para moverse por Europa.
¿Cuándo compensa el tren frente al avión?
Viajar en tren desde España a París tiene varias ventajas frente al avión. La primera es el tiempo total de desplazamiento. Aunque el vuelo dura poco más de dos horas, al sumar el traslado al aeropuerto, el control de seguridad y el tiempo de espera, la diferencia con el tren se reduce. La estación de tren suele estar en el centro de la ciudad, lo que evita desplazamientos adicionales y permite aprovechar mejor el tiempo.
Otra ventaja es la comodidad a bordo: los asientos del tren son más amplios, no hay restricciones de líquidos en el equipaje de mano y se puede mover con libertad durante el trayecto. Además, no hay costes extra por maletas, y se puede trabajar o descansar con mayor facilidad.
También influye el impacto medioambiental. El tren emite menos CO₂ por pasajero que el avión, lo que lo convierte en una opción más sostenible para quienes priorizan este aspecto.
Sin embargo, el tren no siempre es la opción más rentable. En general, es más competitivo si se viaja desde ciudades como Barcelona, Girona o Figueres, donde hay conexión directa con París en alta velocidad. Si se parte desde otras zonas de España, es probable que haya que sumar un primer trayecto en tren o avión hasta Cataluña, lo que encarece y alarga el viaje.
Tampoco resulta ventajoso si se consiguen billetes de avión muy baratos o si se viaja con poco tiempo disponible. En esos casos, el avión puede seguir siendo la mejor alternativa.