Con más de 349.000 casos nuevos durante las últimas 24 horas en todo el mundo, la pandemia de coronavirus originada en la ciudad china de Wuhan prosigue este sábado la tendencia ascendente que ha registrado a lo largo de toda la semana hasta rebasar los totales aproximados de 39 millones de personas contagiadas y los 1,1 millones de víctimas mortales, según el balance publicado actualizado a las 08.00 por la Universidad Johns Hopkins.

En total, 39.329.770 personas han contraído el virus, de las que más de la mitad se encuentran en los tres países más afectados --Estados Unidos, India y Brasil--, mientras que las víctimas mortales son ya 1.104.367.

Este viernes, el Ministerio de Sanidad ha reflejado 15.186 nuevos casos de COVID-19, 6.591 en las últimas 24 horas, lo que supone un leve descenso con respecto a los 6.603 diagnosticados ayer. La cifra global de contagios en España se eleva ya a 936.560 desde el inicio de la pandemia, según las cifras oficiales. Las cifras de España son pésimas. ¿Por qué? La prestigiosa revista científica The Lancet ha tratado de explicarlo con un editorial.

En primer lugar, destaca que antes de producirse la pandemia, los "cuatro pilares del sistema sanitario español -gobernanza, financiación, prestaciones y personal- ya estaban en una situación de fragilidad". "La década de austeridad que siguió a la crisis financiera de 2008 redujo la plantilla y las capacidades del sistema público de salud", añade. Según The Lancet, en el sistema sanitario español están "faltos de personal, faltos de recursos y bajo presión".

Por otra parte, la publicación científica habla de "las complejidades de las políticas que conforman el país" así como "la polarización política y la gestión descentralizada de España". Por otra parte recuerda que "cuando se levantó el confinamiento nacional en junio, algunas autoridades regionales fueron demasiado rápidas en reabrir y demasiado lentas en implementar un sistema eficiente de detección y rastreo de casos".

A pesar de lo expresado, The Lancet atisba "motivos para la esperanza" ya que España es de los países con mayor esperanza de vida del mundo. "Si los líderes políticos de España pueden extraer lecciones de su subóptima respuesta a la covid, el país está muy bien situada para dar a su población un futuro brillante y saludable", sentencian.