Paterna de Rivera es una tranquila localidad de la provincia de Cádiz donde ahora sus poco más de 5.500 habitantes ven como esa placidez ha quedado rota con numerosas citas diarias en los medios de comunicación y con un paisaje de periodistas, cámaras de televisión y micrófonos de radio en sus calles. Paterna se enclava en la comarca de La Janda, y forma parte de la Ruta del Toro. Un municipio eminentemente agrícola y ganadero y muy popular por ser uno de los lugares donde se cría el toro de lidia. Por esa importante actividad ganadera cuenta con un relevante prestigio, destacando el vacuno y caballar, sobre todo en las razas palurdo-retinta en lo que se refiere a vacuno bravo e hispano-árabe en lo que se refiere al caballar.

Un empresario muy popular


Ahora ese sosiego y calma que marcan la impronta de sus vecinos y la idisioncracia de Paterna se han quebrado al vincularse su nombre con la epidemia de listeriosis que sufre Andalucía. La Junta de Andalucía ordenó en la noche de este viernes pasado retirar todos los productos de la empresa local “Sabores de Paterna”. Los elaborados de esta marca sobre la que se lanzó la alerta por listeria se distribuyen en toda España, salvo Asturias, Ceuta y Melilla. Se trata de una empresa familiar, muy conocida en la localidad y con un propietario muy conocido y querido en el pueblo, Bartolo Rodríguez. Todos los vecinos conocen a Bartolo. Al ser preguntados dicen que tanto él como su familia son “gente muy trabajadora”, “muy serios profesionalmente”. Una mujer, algo airada por las acusaciones grita: “Llevamos treinta años comiendo sus productos y nunca nos ha pasado nada”.

¿Pero quién es Bartolo Rodríguez?

¿Cómo es el propietario de 'Sabores de Paterna' que su pueblo defiende? Este medio ha buscado datos sobre el perfil de este empresario y lo primero que encontramos es un reportaje publicado por “Diario de Cádiz” en de marzo de 2015 como consecuencia de que el hermano del cocinero estrella, Ferrán Adriá, en una visita a Cádiz degustó en un típico bar de la Tacita de Plata los famosos chicharrones fabricados en “Sabores de Paterna” y quedó prendado y fascinado de este fiambre típico de Andalucía que se prepara triturando diferentes partes del cerdo y se condimenta con diversas especias. Aunque su sabor recuerda mucho al de la carne mechada, son más jugosos. A partir de este encuentro en Cádiz, Albert Adriá, el hermano del famoso chef incorporó estas lonchas en su bar de tapas de Barcelona y se propuso llevarlos a las mejores mesas de Europa con La Cala, una conservera de exquisiteces. En la web de La  Cala se hace referencia a cómo Albert Adriá, en uno de sus viajes por España buscando productos e ingredientes que encajaran en la carta de sus restaurantes, llegó a la provincia de Cádiz, donde conoció a Álvaro Montero, barcelonés apasionado por el mundo de la conserva y le propuso a Albert crear una marca de conservas de prestigio. Así nació La Cala.

 

Una saga familiar de carniceros de bisabuelos hasta ahora


Su fábrica, Sabores de Paterna, se halla en el centro de la localidad. Bartolo Rodríguez Vega la abrió en 2005 cuando ya contaba con 51 años junto a sus hermanos María, Isabel y Antonio. Los hermanos Rodríguez son parte de una saga muy conocida  de familia de carniceros. Ya son más de cien años los que les contemplan fabricando y comercializando productos de la matanza y transformación del cerdo en Paterna. Su madre, Ana Vega Torres “Ana la Carnicera”, su tío José Vega Torres, su abuelo materno Juan Vega García y su bisabuela “Antonia la Carnicera” regentaron carnicerías en el Mercado de Abastos y comercios de Paterna de la Rivera. Los hermanos Rodríguez Vega desde pequeños conocieron las antiguas recetas de la familia que hoy guardan como secreto de su éxito.

Su producción es amplia yendo de las longanizas a las morcillas y de los chorizos y morcón a la cabeza de lomo o la manteca y siempre, aunque innovando, respetando la tradición. El producto destacado son los chicharrones especiales, pedazos de panceta de cerdo frita en trozos grandes presentados en lonchas muy finas

Trabajador activo y minucioso


De Bartolo dicen que es un trabajador muy activo y orgulloso y feliz de su empresa. A pesar de ser su gerente y propietario y contar con más personal él se encarga personalmente de visitar a clientes y proveedores. Desde las ocho de la mañana ya está pateándose las calles de Cádiz, lugar donde vive. En esa labor recoge pedidos de sus productos tales como chicharrones especiales, lomos en mantecas y otros derivados.

Se le describe llevando una chaqueta de pana marrón y una camisa a cuadros sin corbata. Ha tenido una intensa vida destacando que fue concejal en 1979 en la primera corporación democrática de Paterna. Se presentó por el Partido Comunista Independiente pero vio que lo suyo no era la política y dimitió al poco tiempo.

Futbolista de Segunda B


En sus inicios parecía que su destino estaba escrito en el firmamento de los futbolistas ya que destacó  en el club Asidonense de la vecina localidad de Medina Sidonia cuando en la primera vuelta metió 18 de los 20 goles de su equipo. Por ello el Portuense, equipo del Puerto de Santa María entonces en  Segunda B lo fichó. Una lesión en un dedo truncó una prometedora carrera deportiva.

 Innovador y generador de ideas su mente jamás para aunque es de habla muy suave, prudente  y algo tímido alejado del papel estelar de un empresario próspero.  De él se dice que nunca ha trabajado a sueldo y que jamás ha estado parado. Ese itinerario emprendedor le viene de niño  y ayudaba a su madre en la carnicería que la familia poseía en Paterna. En una entrevista recordaba como entonces los cerdos recorrían el trayecto del matadero municipal y la carnicería en un carrito de los que se utilizan en las obras para llevar la mezcla.

Fumigador, comercial de piensos, discotecas…


Más tarde llegaría a ser comercial de una empresa de piensos, regentó discotecas en Chiclana e incluso fue fumigador de campos desde un Land Rover. Se le considera un pionero del turismo gastronómico ya que cuando se ignoraba lo que eran los “foodies” o los “maridajes” él ya traía a grupos de turistas a visitar la ganadería de Cebada Gago.

Finalmente volvió a las raíces familiares y le pidió a su madre regresar a la fabricación de chicharrones y la madre accedió y puso en marcha junto a sus hermanos “Sabores de Paterna”. Llegó a acuerdos con supermercados y comercios y comenzó la andadura de su fábrica con miles de envíos de sus productos semanales a toda España.

“Los resultados fueron negativos”


Un cruce de informaciones por el consumo de un bocadillo por un niño en Conil, que a la postre no resultó afectado, va a significar un golpe durísimo en su trayectoria. Bartolo se defiende de este asunto: "Le dimos a la Junta una muestra de una pieza abierta y de otra cerrada y los resultados fueron negativos. No había nada". Luego la Junta, tras detectar un positivo por listeria en su fábrica, clausuró las instalaciones en una reacción muy rápida frente a la lentitud mostrada hasta ahora. Salud sigue el itinerario de los proveedores de ingredientes que usa Sabores de Paterna. También quiere conocer así la distribución de sus productos en Cádiz, Huelva, Málaga y Madrid. Se da la circunstancia de que la empresa encargó a una empresa externa una limpieza en profundidad de las instalaciones. El análisis se realizó el viernes 23 de agosto y el miércoles 28 de agosto llegaron los resultados: las instalaciones estaban libres de contaminación.

 

Pide un análisis independiente: No se fía del de la Junta


Mientras Bartolo Rodríguez niega una y otra vez que su carne esté contaminada, “es imposible” repite mientras asegura que periódicamente una empresa analiza sus instalaciones y jamás ha habido un problema. Jura y perjura que “la listeria desaparece a los 65 grados” y que ellos alcanzan los 90. Está esperanzado en que el positivo de bacteria sea un error que se aclarará en los próximos días. Asegura que los inspectores de la Junta han analizado 30 piezas de carne mechada y tan solo una ha dado positivo de las últimas cinco analizadas. El propietario de Sabores de Paterna pide un análisis independiente por el brote de listeriosisy afirma sobre el realizado por la Junta: "No me lo creo. Quiero ver los resultados". De manera contundente rechaza cualquier relación con Magrudis, la empresa sevillana donde se originó el último brote. Finalmente, visiblemente preocupado, dice: “Veremos en qué acaba esto”.