La Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (ATAIRE) ha reflexionado esta mañana sobre la compleja situación a la que tiene que dar respuesta el país ante la concurrencia de varios incendios forestales graves en puntos distantes de nuestra geografía. A pesar de la profesionalidad de los efectivos que intervienen en la extinción, advierten de que es preciso poner el foco en el fuego los 365 días del año y no únicamente durante el período estival.

Las competencias delegadas en las Comunidades Autónomas en materia de prevención y extinción de incendios forestales consignan un dibujo poco homogéneo en lo que respecta al abordaje y planificación de la táctica que ha de seguirse para prevenir o luchar contra el fuego.

Este hecho se pone de manifiesto cuando se analizan las diferentes estrategias autonómicas, procedimientos que tienen repercusión directa sobre el número de meses en los que se estos planes se desarrollan, el número de contingentes humanos y materiales que intervienen y, en consecuencia, sobre el modo de contratación de estos efectivos.

Como lamentablemente viene quedando de manifiesto estos días, los incendios se propagan cada vez con más rapidez mientras conviven con las sucesivas olas de calor de este verano, suscitando un escenario de extinción de difícil abordaje.

En este contexto, en el que ecosistemas, propiedades materiales y, desgraciadamente, también vidas humanas están en juego, el papel de los medios aéreos cobra aún más relevancia. En actuación conjunta con la inestimable labor de las brigadas terrestres y las brigadas forestales, son cruciales para combatir incendios forestales, especialmente en áreas de difícil acceso, y para reducir la intensidad del fuego, agilizan su acometida tratando de minimizar daños.

Sin embargo, año tras año se repite una situación paradójica: los concursos públicos para la contratación de aeronaves de extinción y coordinación licitados tanto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como por las distintas Comunidades Autónomas, recogen unas condiciones que parecen obedecer a una proporcionalidad inversa a la gravedad de los incendios forestales y a la necesidad de contar con los mejores medios y profesionales para hacerles frente.

Como ATAIRE ha venido denunciando en los últimos años, se ha dado incluso la circunstancia de que algunos de estos concursos quedasen desiertos debido a las condiciones de los concursos, consideradas ruinosas por las empresas que se encargan de la extinción con medios aéreos.

Cabe subrayar que el operativo de extinción de incendios cuenta, en época de riesgo alto, con entre 250 a 260 efectivos, de los que las compañías privadas operan la práctica totalidad, del orden de entre 235 a 245, entre aviones y helicópteros.

Además, países de nuestro entorno compiten ya con las administraciones públicas españolas por la contratación de pilotos y medios aéreos, ofreciendo salarios y pagos más altos, algo que está provocando un éxodo de difícil reversión y que afecta de forma peligrosa a un país como España, especialmente vulnerable ante los incendios forestales que, hasta el momento, contaba con los mejores profesionales del mundo, a los que se ha formado en nuestro país, y donde han adquirido la experiencia que les hace tan valiosos también fuera de nuestras fronteras.

Sobre ATAIRE

La Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias ATAIRE es una entidad que representa a la mayor parte de las operadoras de helicópteros y de las empresas de trabajos aéreos, defendiendo la vocación de servicio público de sus operaciones aéreas, ligadas a situaciones de emergencias, entre las que destacan la lucha contra incendios forestales y los servicios sanitarios de emergencias, así como el rescate marítimo y de montaña, labores de vital importancia para la sociedad.

ATAIRE se desvela como el principal punto de referencia del sector del helicóptero y los trabajos aéreos, desarrollándolo de forma constante y potenciando los canales de comunicación, con el objetivo de favorecer el intercambio de experiencias, ofrecer una formación continuada al personal y colaborar estrechamente con las administraciones aéreas. Una labor que no se agota en verano, sino que se prolonga los 365 días del año. En la actualidad, la asociación representa a más del 80% de las empresas que conforman el sector de los helicópteros y los trabajos aéreos por número de aeronaves, facturación y empleados.

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