Ayer domingo estuvo Karlos Arguiñano en el programa de La Sexta ‘Liarla Pardo’, donde le hicieron una entrevista mientras cocinaba unos chipirones en su tinta. El cocinero explicó en el programa, después de un vídeo de su compañero de profesión y amigo Juan Mari Arzak, uno de los peores momentos de su vida.

El cocinero confesó que "cuando nació Amaia, que ya tiene 30, 31 años, yo estaba en un momento con un pufo terrible en el restaurante que no sabía si me lo iban a quitar".

Arguiñano explicó que en ese momento le debía 30 millones de pesetas a un pescadero de San Sebastián: “Había pagado a todo el mundo menos a él, ya que a mí me parecía que era el que menos urgencia podía tener en aquel momento".

Este bache económico que pasó coincide también con su inicio en la televisión, oportunidad que le ayudó a seguir adelante. “Las cosas me han ido bien porque pude pagar al pescadero y un crédito de 250 millones de pesetas que pedimos entonces para hacer el hotel".

El chef también afirmó que "si no me llega a salir lo de la tele, no hubiese tenido ni el Arguiñano, ni la escuela, ni la bodega, ni el equipo de motos, ni nada de nada (…) estoy muy agradecido a la televisión"