Ahora que llega el verano todo el mundo quiere ponerse al día con el ejercicio, pero las altas temperaturas no animan a salir a la calle a sudar. Así las cosas, en esta época una de las mejores opciones es ejercitarse dentro del agua. Es la manera perfecta para activar el cuerpo sin dejarse vencer por la pereza.
En estos meses el agua y las piscinas forman parte casi del día a día y la natación ha dejado de ser la única actividad física que podemos realizar en ellas. Existen muchas opciones, como el llamado aquafitness, una actividad en la que se puede tonificar el cuerpo combinando coreografías de distinta intensidad creadas específicamente para ejercitar determinadas partes del cuerpo, así como ejercicios con material auxiliar que permiten una variedad de movimientos más amplia.
Practicar ejercicios sencillos, gracias a la resistencia que implica estar dentro del agua, proporciona un extra a la actividad que, con el tiempo, acaba resultando en mejoras de fuerza y de resistencia y en un mayor gasto calórico. Por otro lado, el agua proporciona una sensación de frescor que permite afrontar mejor el esfuerzo, incluso cuando el calor veraniego más aprieta.
Al tratarse el agua de un medio inestable, se estará trabajando también la propiocepción y el riesgo de caídas es nulo, por lo que las lesiones son un problema que queda prácticamente fuera de este tipo de ejercicios.
Entre los principales beneficios del aquafitness se encuentra el fortalecimiento de los músculos tanto del tren inferior como del superior. Piernas, brazos y glúteos serán algunas de las zonas más beneficiadas, ya que entrenar unos minutos bajo el agua desarrolla su tono muscular. Por otro lado, es también una buena manera de quemar grasas, algo que preocupa mucho durante los meses previos a las vacaciones, cuando nos enfrentamos al espejo con el bañador puesto.
Este tipo de deporte no distingue en edades. De hecho, puede ser muy beneficioso para los más pequeños y también la tercera edad, ya que el trabajo realizado en el medio acuático permite trabajar muy cómodamente la postura. Esto sucede gracias a que la sensación de pesadez se reduce enormemente. Por esto también consigue que decrezca la carga de peso que tienen que soportar la columna vertebral, las rodillas y los tobillos.
A todo esto hay que añadir que el aquafitness mejora la capacidad respiratoria. Su práctica regular otorga ayuda considerablemente a adaptarse a situaciones de alta intensidad sin que acabemos llegando a una sensación de falta de aire. Por último, es importante destacar que también mejora las condiciones cardiovasculares y aumenta la capacidad de relajación.
Existen muchas modalidades dentro del aquafitness. Una de las más extendidas es el aquacycle, que es básicamente spinning dentro del agua, de esta manera la rodila no sufre tanto y la pedalada es más lenta, pero mucho más intensa. Otras a elegir son el aquabox, con coreografías y boxeo en la piscina o el woga, yoga en el agua.
Como siempre, a la hora de realizar este tipo de ejercicios, siempre es recomendable acudir a entrenadores y monitores expertos que nos guíen y nos ayuden a que ejecutemos todos los movimientos de la manera más adecuada.