No hay que esperar a que haya epidemias para ayudar a países pobres como los que padecieron la crisis del ébola, sino reforzar sus sistemas de salud para que ellos puedan detectar y evitar la expansión de la enfermedad. Son aclaraciones hechas por el director de la Organización de la Salud de África Occidental, Xavier Crespin.

"Parece que la comunidad internacional espera que haya crisis para manifestarse sobre el terreno, lo que no es normal", afirmó Crespin en una durante la celebración del cincuenta aniversario de la Fundación Mérieux.

"No hay que esperar las crisis ni las urgencias. Hay que ir a lo esencial, que es reforzar los sistemas de salud, que son muy frágiles en ciertos países a causa de una falta de financiación, de una falta de personal, de la insuficiente implicación de las comunidades locales en la toma de decisiones", indicó.

Las epidemias, el gran enemigo

El médico nigerino dirige el ente que coordina los ministerios de salud de una de las regiones más pobres del mundo y que ha sido foco en los últimos cuarenta años de más de 1.700 brotes epidémicos. El último, uno de los más feroces, la crisis del virus del Ébola, mató a más de 11.000 personas y diezmó los previamente precarios sistemas de salud de Guinea, Liberia y Sierra Leona.

"La crisis del ébola demuestra la debilidad de nuestros sistemas de salud. Para mostrar que se es filántropo de verdad hay que ir a ayudar ahora, sin crisis, para construir juntos un sistema de salud sólido, resistente a los choques epidémicos que existen en nuestra región", atizó.

Este análisis lo compartió en el mismo evento David Heymann, descubridor del virus del Ébola y director del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la epidemia de zika.

"Todas las grandes capitales del mundo se están preguntando cuándo será la próxima epidemia y cómo actuar ante ella, y lo que deberíamos estar haciendo es identificar cómo ayudar a los países menos desarrollados. Solo reforzando la capacidad de los países menos desarrollados podremos abortar o superar el nuevo brote epidémico”, añadió.

Medidas aplicadas

Tras hacer el análisis de lo que ocurrió y por qué ocurrió, la Organización de Salud de África del Oeste decidió desarrollar una serie de medidas para evitar una nueva epidemia -mejorar la vigilancia y el diagnóstico, equipos de intervención rápida- así como crear un fondo de financiación. Pero las necesidades superan con creces los medios.

"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para reforzar nuestros sistemas de salud de manera global, no solo de forma parcial en función de las crisis que vienen", enfatizó.

Crespin explicó que necesitan dinero y capacitación pero también apoderarse de los proyectos para enfocar en lo esencial, como el sistema de vigilancia epidemiológica. Para ello es necesario una red de laboratorios con los que determinar la enfermedad.

"Durante los primeros seis meses todos, nosotros y la OMS, dimos palos de ciego, porque nadie esperaba que hubiera ébola en África occidental, y no pudimos hacer el diagnóstico porque no teníamos los elementos básicos", asumió Crespin.

"No hay que pensar en los grandes laboratorios de las grandes ciudades. Nosotros tenemos, pero a menudo las enfermedades no ocurren ahí y por ello hay que tener una red de pequeños laboratorios sobre el terreno, a nivel de distrito, de centros de salud, que es donde se deben detectar los brotes", finalizó.