Cada vez está más cerca la posibilidad de "ver" el Alzheimer a través de la retina. Gracias al estudio de un equipo de investigadores del Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles (Estados Unidos) y la compañía NeuroVisión, ha sido posible la creación de un nuevo sistema para la detención de esta enfermedad a través de este órgano. Los resultados se han publicado en la revista JCI Insight

Este avance permitiría detectar las acumulaciones de la poteína beta-amiloide [un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer] a través del uso de imágenes oculares no invasivas.

Las acumulaciones de proteína beta-amiloide neurotóxica pueden ser detectadas a través de una tomografía por emisión de positrones y el análisis del líquido cefalorraquídeo, pero estos últimos son invasivos y más costosos. 

Para ello, los investigadores llevaron a cabo un ensayo clínico con 16 pacientes en los que han conseguido identificar la proteína en sus ojos mediante la autofluorescencia, al tiempo que han sido capaces de hacer análisis más detallados con ojos y cerebros de un total de 37 cadáveres, 23 de pacientes con la enfermedad diagnosticada. 

Facilitando el diagnóstico del Alzheimer a gran escala

Entre los hallazgos, comprobaron un aumento de 4,7 veces la carga de la placa retiniana en pacientes con la enfermedad, en comparación con los sujetos del grupo de control. Han extraído diversas observaciones sobre la distribución geométrica y la ubicación de las placas en la retina. 

"Este es el primer estudio que demuestra el potencial de utilizar escáneres de alta resolución de la retina para buscar placas de beta-amiloide en pacientes vivos", sostiene Maya Koronyo-Hamaoui, profesora asociada de Neurocirugía y Ciencias Biomédicas y una de las fundadoras de NeuroVisión. 

Teniendo en cuenta que la enfermedad comienza a desarrollarse hasta 10 o 20 años antes de que se produzca un deterioro cognitivo evidente, "la retina puede ofrecer una oportunidad única para detectar y controlar esta enfermedad de manera más fácil". Así lo afirma Keith L. Black, presidente de la compañía. 

Según los investigadores, estos hallazgos abren la puerta a diseñar un método más complejo "que permita identificar a gran escala a la población en riesgo de desarrollar la enfermedad o a monitorizar a los pacientes una vez diagnosticados".