Sólo el 7,3% de los guardias civiles son mujeres y ellas no han llegado aún a lo más alto de la pirámide, a los puestos de teniente general, general de división, general de brigada ni coronel. En los grados que vienen a continuación, hay 218 tenientes coroneles hombres frente a dos mujeres; 261 capitanes y 22 capitanas y 437 tenientes frente a 42 del sexo contrario.

De 76.006 guardias, sólo 5.529 son mujeres y entre ellas está Alicia Sánchez Álvarez, secretaria nacional de la mujer en la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en este Cuerpo.

“Ingresé con 18 años. Mi familia no me tomó en serio, pensaban que la Guardia Civil no estaba hecha para mujeres. El Cuerpo es un fiel reflejo de la sociedad. Nosotras seguimos tirando de la casa y trabajamos. La reducción de jornada dentro de la Guardia Civil está mal vista. Es un estigma. Hay grupos de whatsapp en el que están altos mandos que se consultan si conviene conceder la reducción de jornada por maternidad a las agentes que lo piden. No están concienciados en que es un derecho”, explica Alicia Sánchez Álvarez.

"Me dijeron 'ponte este pantalón de hombre'"

“Recuerdo cuando entré en la academia, hace 20 años, no había pantalones femeninos y me dijeron: ‘toma este de hombre, que es tu talla’. Me pregunto cuál habría sido la reacción de un hombre si le hubieran dicho que usara un pantalón de mujer. Entonces nos daban zapatos de tacón, Imagínate seguir a un delincuente con zapatos de tacón…”, afirma la responsable de asuntos de la mujer en la AUGC.

“La uniformidad es una asignatura pendiente. Las agentes queremos decidir si llevar pantalón o falda, porque podemos ser sancionadas, por ejemplo, si llevamos un tatuaje en la pierna y debemos llevar falda, a diferencia de los hombres, que no tienen ese problema”, añade.

Conciliación sin coletillas

Entre sus reivindicaciones, las guardias civiles piden que “la conciliación sea de todas y todos. Que no se conceda con coletillas. Que no haya que llegar a los tribunales, como el caso de una compañera en Sevilla, a la que un tribunal le ha dado la razón. Ha tenido que llegar al juzgado para tener lo que cualquier mujer trabajadora tendría”.

“Pedimos también que nos tengan en cuenta en los Presupuestos. Las mujeres aún no contamos con chalecos internos adecuados a nuestra fisonomía cuando vamos de paisanas en operaciones y seguimos sin disponer de vestuarios femeninos para cambiarnos”.

La Guardia Civil mira para otro lado ante el acoso sexual

La discriminación en la Guardia Civil no es historia. “Las mujeres sufren acoso laboral y acoso sexual y la Guardia Civil no reconoce estos últimos casos como tal. Cuando consiguen tramitarse, queda en una sanción para el acosador. La mayoría de las mujeres no denuncia porque el protocolo de acoso sexual no nos protege. El acosador suele ser superior en el escalafón jerárquico, aunque también hay compañeros que acosan”.

Burlas a guardias lesbianas

Las guardias lesbianas sufren doble discriminación, por ser mujeres y por su condición sexual. “Suele haber burlas de compañeros, comentarios soeces, como ‘te toca con la tijerita’ o con ‘la lesbi’. Me llegan casos de compañeras. Es un ambiente tan machista que se intenta ocultar por miedo a represalias”.

Las mujeres no mandan

Las mujeres no ocupan posiciones destacadas de mando en la Guardia Civil. “No hay mujeres en Cuerpos de élite, ni subalternas ni en puestos más altos. En rescate de montaña, que es un trabajo muy duro, hay una o dos”.

“Estamos solas”

De los partidos políticos recibimos muy buenas palabras, pero al final nos vemos solas. No vemos un cambio drástico. Se va a presentar dentro de poco un borrador sobre Igualdad que ha promovido la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, sobre nuestra problemática.

El futuro

“Lo que espero del futuro es que haya un porcentaje mayor de mujeres en la Guardia Civil y que no nos cuestionen por el mero hecho de ser mujeres. También, por favor, que que concilien ellos”, afirma Alicia.