El presidente de la Comisión independiente sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica en Francia (CIASE), Jean-Marc Sauvé, ha desvelado que entre 2.900 y 3.200 sacerdotes franceses abusaron de unos 10.000 niños entre 1950 y 2020, y que se trata de "una estimación mínima", por lo que es de suponer que las cifras son aún mayores.

En una entrevista con el periódico francés Le JDD, Jean-Marc Sauvé precisó que "dos tercios" de los miembros de la Iglesia implicados en esos casos son sacerdotes diocesanos. "Es un paso important,e pero no es el final de la historia tanto para la Iglesia Católica como para el resto de la sociedad", pero "al final de este considerable trabajo, no podemos pretender tener toda la verdad. Es necesario seguir trabajando para profundizar el conocimiento de la pedo-criminalidad. Pero tenemos suficiente verdad para hablar con confianza y legitimidad", aseveró.

Al menos 40 pederastas siguen vivos

Según Sauvé, la Comisión Independiente de Abusos Sexuales en la Iglesia, que integran 22 profesionales de las áreas del derecho, la medicina, historia, sociología y teología, ha remitido 22 casos a la fiscalía por actos no prescritos descubiertos durante esta investigación y que obispos y altos funcionarios han estado alertados respecto a más de 40 casos en los que el autor de los abusos sigue vivo. Los investigadores escucharon testimonios durante 17 meses y recogieron 6.500 llamadas o contactos de víctimas o familiares, además de 250 entrevistas.

El informe de 2.500 páginas de la CIASE se hará público este martes tras dos años y medio de investigación basada en archivos eclesiásticos, judiciales y policiales, así como en entrevistas con testigos, según adelanta France 24. En el escrito se habla de "los mecanismos - especialmente institucionales y culturales” dentro de la Iglesia, que permitieron la permanencia de los actos de pederastia. Dará también una visión cuantitativa del fenómeno y comparará la prevalencia de la violencia sexual en esta institución con la identificada en otros sectoes de la sociedad, como las asociaciones deportivas, las escuelas y en el ámbito familiar.

La Comisión incluye en su escrito propuestas como la escucha de las víctimas, la prevención, la formación de sacerdotes y religiosos, el derecho canónico, hasta la transformación de la gestión de la Iglesia. Por otra parte, recomienda una política de reconocimiento y de compensación a las víctimas.

La carta del Papa Francisco

La Comisión independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia de Francia (CIASE) fue creada en 2018 en respuesta a los escándalos de pederastia que sacudieron a la Iglesia Católica francesa y en respuesta a los testimonios de muchas víctimas defendidas por varias asociaciones. La principal de éstsas, La parole libérée (La palabra liberada), fue fundada en diciembre de 2015 para "ofrecer un espacio de expresión y de apoyo a las víctimas de los actos de pederastia, que unieron sus voces en un documental titulado 'Pederastia, un silencio como una catedral', emitido en 2018.

El 20 de agosto de ese mismo año, el Papa Francisco publicó una carta en la que reconocía el "dolor de las víctimas" y pedía "solidaridad" y "compromiso" para "una cultura de la protección y del 'nunca más' a cualquier tipo y forma de abuso". La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) reconoció entonces que estaba "entristecida y avergonzada" por estos "actos atroces" y pidió la "persecución implacable" de los abusos. En noviembre, 120 obispos reunidos en Lourdes, al sur de Francia, en presencia de siete víctimas, votaron la creación de la Comisión independiente.